Alfa Idiota

Protector

Lo último que Gintoki recordaba era un vaso de whisky a su lado. Cuando despertó, estaba en la calle. Sintió agua fría caer sobre él, alguien le había arrojado una cubeta llena. Alzando la mirada, se topo con Kagura y Shinpachi.

Pero había algo muy mal con ellos. Podía percibirlo por sus miradas, algo sucedió, ¿Qué pudo ocurrir?

- Hola, chicos... arg, ¿Qué sucedió?

- Gintoki...- Le hablo Shinpachi- tu esposo sigue en el hospital

Shinpachi ya discutió mucho con él; ambos estaban hartos ya del otro.

- Cierto, ¿El bebé ya nació?

- No...- Dijo la Yato con una expresión que nunca antes había visto en ella- Toshi perdió a la bebé. Tu hija murió y fue por tu culpa

- ¿Qué...? ¿Qué has dicho?- El peliplateado parpadeo sin comprender las palabras dichas por la chica- E-espera, ¿Cómo?

- ¡Mataste a la bebé!- Kagura lo tomo con violencia del cuello del kimono para estamparlo contra el muro- ¡Mataste a tu hija! ¡Eres un maldito!

Kagura se derrumbo en el suelo, siendo sostenida por el chico. Los dos estaban dolidos, pero ninguno lo estaba tanto como Toshiro. Él como omega había perdido demasiado.

¿Lo peor?

Gintoki no podía considerar que lo que hizo estuvo mal, él era un alfa, no podía equivocarse. No alcanzaba a comprender del todo su error, la gran idiotez que había cometido. Su crimen.

- Ojala te murieras...- Murmura Kagura- ojala te murieras, maldito imbécil... Y ojala Toshi jamás se hubiera casado contigo

- Kagura--

- ¡Toshi merecía tener un buen esposo, como Takasugi y no como tú!

....

En el hospital

Toshiro estaba recostado sobre esa fría cama, soltando lágrimas en silencio. Estaba solo, se sentía roto y sucio, tan idiota por creer en las mentiras del alfa al que, ante la ley, era su esposo, pero en casa… era su verdugo. Ese alfa de ojos rojos apagados y sin corazón. Era su castigo, su condena, ¿Lo que hizo mal? Olvidar sus supresores, eso fue todo. Y ese pequeño error lo arrastro a una vida de miseria y dolor, de una infinita oscuridad sin escapatoria. Lo único que le quedaba era su cachorro, su hijo que no debía presenciar las golpizas, ni los gritos, reclamos y abusos. Su hijo merecía una buena vida, diferente y que pudiera ser feliz. No podía salvarse a sí mismo, pero podría salvar a su cachorro.

Toshiro sabía que los amantos tenían leyes especiales que resguardaba a los omegas en un planeta lejano al suyo, y precisamente aquellas leyes fueron impuestas después de que un padre alfa perdiera a su hijo omega ante las golpizas de su esposo alfa. El omega era hijo de una amanto y un alfa. Él hijo desafortunadamente había caído en un matrimonio disfuncional y lleno de abusos. El padre tenía un cargo importante en el gobierno de su planeta, pero aquel alfa igual y fue una lucha constante para obtener el divorcio, sin embargo, el hijo fue asesinado en un arranque de irá del esposo. Fue un escándalo, pero su muerte ha salvado a más de un omega en ese planeta.

Y con el tiempo se implementaron leyes que protegieran también a los cachorros. Solamente conocía a una persona que podía llevarlo hasta ese planeta sin hacer preguntas, estirándose como pudo, haciendo una mueca por el dolor, tomo el teléfono y marco el número de memoria.

- Shin... Shinsuke

- ¿Toshiro?- Al otro lado, Takasugi abría los ojos al comprender que era realmente Toshi quien lo llamaba- Toshi, q-que sorpresa, ¿Qué sucede...?