VIII

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Follado hasta llorar | Presionado y follado delante del compañero de clase

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Durante mucho tiempo, justo cuando Ruan Bai pensó que Lu Yang iba a jugar otro truco y no hizo ningún sonido, Lu Yang de repente lo cogió por la cintura y lo hizo sentarse entre sus piernas, sus labios entonces subieron y le dieron un gran sorbo en el pezón.

La dulce leche entró a borbotones en la boca de Lu Yang, y el sonido de la deglución resonó en el silencio de la habitación.

—¡Hmm...!

La leche de sus pechos se liberó instantáneamente y Ruan Bai gruñó, la indescriptible hinchazón en la punta de sus pechos parecía aliviarse con el movimiento de succión, y un caliente chorro de leche brotó a través de sus orificios lácteos, llenando su boca con el olor de la leche.

Lu Yang retuvo el pezón en su boca, levantó los ojos y miró a Ruan Bai con una sonrisa burlona, su áspera lengua se arremolinaba flexiblemente alrededor de la areola, la punta de su lengua rápidamente hurgó y se burló del agujero de leche en la parte superior, y sus dientes rechinaban al mismo tiempo.

A Ruan Bai le escocían ligeramente los pezones por su mordisco, y quiso rogarle que fuera más ligero con lágrimas en los ojos, pero sólo pudo gemir porque se mordía el dobladillo de la ropa.

Lu Yang chupó atentamente el tierno pezón rojo, soltando la boca sólo cuando la protuberancia del seno derecho casi había desaparecido.

Las tetas, asoladas por los labios y la lengua, eran firmes y redondas, con pequeñas gotas de loción colgando de ellas, los blancos pechos ondulaban ligeramente con el silbido algo rápido de Ruan Bai, las pequeñas gotas de leche se agitaban y sacudían en las puntas a punto de caer.

Lu Yang admiró la cabeza de Ruan Bai enterrada en su pecho durante un rato, antes de bajar la cabeza y enganchar la gota de leche con un movimiento de su lengua, y susurró al oído de Ruan Bai. —A'Bai, Por qué creo que tus tetas son cada vez más grandes.

Cuando Ruan Bai miró hacia abajo, los tiernos pechos que se amasaban en su palma parecían hinchados de un tamaño más que antes.

—Parece que incluso la areola está un poco más grande, tal vez sea porque jugué con ella. —Las yemas de los dedos de Lu Yang rozaron los bordes de su areola, y el aliento caliente entre sus palabras roció el costado del cuello de Ruan Bai, despertando un picor.

—¡Fuera! ¿Por qué eres tan molesto? — Ya era bastante vergonzoso despertar a Lu Yang en mitad de la noche para amamantarlo, pero ahora que le decían palabras tan obscenas, Ruan Bai estaba tan avergonzado y enfadado que quería apartar a la persona que tenía encima.

Oh... no lo hagas A'Bai, me equivoqué. — Lu Yang se burló deliberadamente de él, y cuando vio que las orejas de Ruan Bai se ponían rojas de vergüenza y rabia, supo que tenía que parar, así que rápidamente puso la mano sobre su pecho derecho, aún abultado, y lo acarició suavemente, y lo engatusó con suaves palabras. —Tu lado izquierdo todavía está levantado y va a estar duro de nuevo más tarde, así que te ayudaré.

Ruan Bai gruñó dos veces, el placer de que le succionaran la leche era tan bueno que permitió a medias que Lu Yang le enterrara entonces la cabeza en el pecho, cogiendo el pezón izquierdo que había dejado frío, chupándolo.

La fuerza con que lamía los brotes del pecho era la adecuada, y la acción de apretar la carne del pecho también aliviaba el dolor.

Ruan Bai se sumergió poco a poco en la sensación de cosquilleo que se liberaba libremente, y se durmió sin saber qué.

A Cup of Milk Before SleepingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora