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Mientras tanto, en la aldea, 8cho había ido a visitar a Juan para proponerle matrimonio. ¿Un poco apurado dirán algunos? La verdad que si. Pero asi era 8cho, un chico muy caprichoso y apresurado. Cuando quería algo lo conseguiría de cualquier manera. Haría lo que hiciera falta para que Juan se enamorara perdidamente de él.

Guarnizo no quería casarse con ese grandote engreído por nada del mundo. Cuando le dijo que no, 8cho se fue furioso y lleno de ira. Juan se sintió un poco mal por 8cho, tenía planeado ir a disculparse con el y decirle que lo pensaría. Cosa que no sería así, pero igualmente no quería dejar triste al joven engreido.

Justo antes de ir tras de 8cho, llegó Zorman solo, sin Drako. Juan se preocupó.

- ¡Zorman! ¿Dónde está mi hermano? Llévame con él- Exclamó Juan angustiado. Por primera vez tuvo miedo. Miedo a no volver a ver a la única persona que estaba en su vida y que realmente quería.

Pensó que al rechazar al joven 8cho éste se habia vengado. Y verdaderamente le daba miedo lo que aquel mujeriego podría hacer para que se casen, o minimamente se besen. Pero rápidamente se olvidó de su problema con 8cho y fue decidido a intentar encontrar a su hermano.

Sin perder un minuto, Juan montó sobre Zorman y marchó. Un tiempo después se encontró perdido en un tenebroso bosque.

Cabalgó a través de la niebla hasta que distinguió unas torres en la oscuridad. Mientras mas se acercaba se daba cuenta que era un castillo, se notaba a simple vista lo descuidado que estaba. Se veía la pintura de tanto la pared como del techo muy gastada, sin contar los ventanales que parecían grises de la suciedad.

Al llegar justo enfrente de las rejas, valientemente Juan las trepó. No tan facil como anteriormente lo había hecho Drako, Juan no tenia el mismo estado físico. Él era muy flacucho y tenia un tipo de cuerpo, según lo que le decían, de una mujer; Una hermosa y pequeña cintura, muslos anchos y caderas. Eso explicaba porque 8cho estaba interesado en él y no en otra bella señorita del pueblo.

Pero volviendo a el castillo, Juan se esforzó lo mas que su cuerpo le dejaba y, tomándose su tiempo, logró pasar al enorme jardín que aquel castillo tenía. Era un muy bonito jardín pero muy mal cuidado

Adentrarse a la gran y antigua construcción fue un poco mas fácil. La puerta estaba entreabierta. Al entrar comenzó a buscar a su hermano por cualquier lugar posible, encontrandose en el camino a ¿Objetos parlanchines? Si, así podría llamarles. Les preguntó si habían visto a un tal "Drako", y un candelabro le comentó que vieron como "Spreen" se lo llevaban al sótano.

Juan ni se dió tiempo a pensar las palabras de aquel candelabro. Lo único que escuchó fue "sótano"; tal vez si hubiera prestado un poco más de atención podría haber tenido un poco mas cuidado con lo que hacía.

A los minutos de buscar ese sótano que le habían comentado, llego a unas escaleras, supuso que ahí era el sótano. Comenzó a escuchar algunos gritos. Descendió por las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitían, y los gritos cada vez se le hacían mas familiares. Al terminar de bajar las escaleras, encontró varios calabozos. Llegando así al último y reencontrandose con su hermano en un calabozo cerrado con candado.

-Drako, hijo de tu puta madre, me asustaste chingada madre. ¿Qué te hicieron?- Le preguntó entre apenado y enojado Juan, mientras intentaba abrir aquel candado de alguna manera. No se podía, ¿Era lo único que andaba bien en aquel castillo?. A los pocos segundos se dió cuenta que alguien había encerrado a su hermano, y recordó las palabras de aquel candelabro.

-¿Quién es Spreen?- Preguntó asustado. Poner a su hermano en un calabozo no era para nada fácil. Aquel sujeto tenía que ser muy fuerte e inteligente.

Justo cuando Drako iba a responderle las dos preguntas a su hermano, una voz sonó desde la oscuridad de el pasillo.

-Así que otro boludo acá, mira que coincidencia- Dijo el oso. Tomando desprevenidos a los Guarnizo y asustandolos.

Juan no podía ver entre las sombras, pero esa voz era atemorizante y se podia notar una silueta enorme y aterradora en la oscuridad, con unas orejas de oso.

-Es mi prisionero, está acá para hacer todo lo que yo no tengo ganas.- Dijo aquella Bestia.

-Suéltalo oso estúpido, está asustado e indefenso- Dijo el joven

-Tratame con más respeto, pedazo de mogólico- Dijo el oso defendiéndose.

A pesar del susto, el mas joven de la habitación miro a Drako, viendolo asustado y tembloroso, y tomó coraje.

-Yo me quedo en su lugar- Rogó Juan. Poco le importaba arriesgar su vida por la de su hermano.

Buhajeruk se puso a la luz y el lector empalideció. Pero estaba decidido. Su hermano era lo único que tenía en el mundo, y él haría cualquier cosa por verlo bien.

La Bestia le tomó la palabra: Juan había prometido que se quedaría en el castillo para siempre. Asi que liberó a Drako.

Mientras arrastraba a el inventor fuera del castillo, el oso le dijo a Juan:

-No te vas a quedar en el calabozo capo. Dentro del castillo podes ir a donde quieras. Excepto al Ala Oeste. Te voy a dar una habitación y podes hacer lo que quieras con ella. Y cenarás conmigo y con los objetos- Dictaminó la Bestia.

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Drako, desesperado, corrió por el bosque. Cusndo llegó al pueblo les contó a todos sobre la horrible Bestia que había capturado a Juan. Los pobladores se burlaron de él. Creían que estaba loco y lo tachaban de mentiroso. 8cho, que lo había escuchado, tuvo una siniestra idea. Si su plan daba resultado, Juan se rendiría a sus pies.

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Hola amigoss, los dejo con el suspenso.😁

Besossss

❝~Nuestra Rosa~❞ - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora