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En una pequeña aldea, no muy lejos del castillo de la Bestia, vivía un hermoso joven castaño, con unos ojos color marron avellana y un estilo un tanto... Peculiar, podría decirse; Llamado Juan Guarnizo. Tenía muy pocos amigos en el pueblo. Contando a su hermano como uno de ellos.

A diferencia de la mayoria de sus vecinos, a Juan le encantaba y apasionaba leer. Sus historias favoritas eran las de fantasía que sucedían en tierras lejanas. Juan disfrutaba poniéndose en el lugar de los personajes del relato y viajaba con su imaginación por los remotos sitios que las páginas describían.

En el pueblo también vivía un bravucón muy pretencioso, egocentrico y guapo llamado 8cho. Era cazador y sus músculos eran tan grandes como pequeño era su cerebro. 8cho tenía mucho éxito con las y los jovencitos de la aldea... Con todos, menos con el unico que le interesaba: Juan

Aunque no tenían absolutamente nada en común, 8cho se había encaprichado con Juan como si fuera una presa difícil, un premio. Y Guarnizo lo rechazaba sin mucha educación notable.

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El hermano mayor de Juan, Drako, era un buen hombre, aunque algo excéntrico. Siempre estaba ocupado creando artefactos. Pero eso no quitaba como habia protegido, criado y educado a el morocho cuando sus padres los abandonaron. Cumplió muy bien la tarea de hermano mayor. Juan lo quería mucho.

Juan se acercó al taller de su hermano y lo encontró muy ocupado con un nuevo invento para cortar leña.

-Vas a ganar el primer puesto mañana Drako, ten un poco más de fé- Lo animó Juan cariñosamente.

La feria era la oportunidad que Drako habia estado esperando hace meses para mostrar sus nuevas invenciones e ideas. Y tambien a el ganador se le daba una buena suma de dinero.

Estaban muy emocionados. El más joven de los dos, casi no pudo dormir por la emoción que le daba el hecho que su hermano ganase. Juan era una persona muy buena y empatica. Eso podía notarlo cualquier persona que minimamente compartiera palabras con el. Juan era alguien que podía ablandar hasta el corazón mas frío de todos, simplemente era un chico que si hablabas dos minutos con el, lo considerarías de las mejores personas que conociste.

En la mañana siguiente, Juan despertó temprano para poder despedir a Drako. Estaba casi desmayandose del sueño pero poco y nada le importaba.

Drako estaba alimentando a su caballo Zorman. Se preguntarán por qué Drako tenía un caballo llamado con un nombre tan peculiar? Zorman era un gran amigo de Drako, hasta se llegaba a pensar que eran pareja de lo unidos que eran. Pero lastimosamente una noche fría y oscura Zorman partió para nunca volver... ¿Habían razones? Claro que si, pero nunca fueron descubiertas por nuestro queridisimo Drako.

Cuando el caballo ya fue alimentado, el Guarnizo mayor se despidió de Juan y, sobre su caballo, partió hacía la feria. Pasaron minutos, horas, pero pronto se encontró perdido en el oscuro y denso bosque. No hallaba el camino y ya era muy tarde

De las siniestras ramas salieron decenas de murciélagos asustando a Drako. Unos ojos amarillos brillaron en la oscuridad de su alrededor. Comenzó a ver cada vez mas ojos rodeándole y se dió cuenta que eran lobos muy hambrientos por lo que se notaba.

Aterrado, el caballo se encabritó arrojando a Guarnizo al suelo, y salió del bosque corriendo rápidamente.

Drako no tuvo mas remedio que correr por su vida alejándose de los lobos. Los cuales le perseguían en busca de una buena cena.

De repente, se topó con un muro y una inmensa reja de hierro. Era la entrada de un castillo. Aunque el aspecto del lugar era aterrador y sucio, el inventor decidió entrar. Los lobos lo tenían acorralado.

Trepó lo mas rápido que pudo la reja. Gracias a sus largas piernas y a su estado físico muy bueno, fue un poco mas fácil pasar al jardín de ese sombrío castillo.

Al entrar, Drako casi se desmaya del susto. Unos objetos le estaban hablando animádamente.

Un reloj de repisa llamado Auron y Biyin, un candelabro, le dieron la bienvenida a "El Castillo de  Tortillaland" como ellos le llamaban.

Amistosamente, lo invitaron a sentarse junto a el fuego. Eran extraños, pero muy amables.

A pesar de la sorpresa inicial. Drako comenzaba a relajarse y sentirse cómodo en el ambiente. Había decidido quedarse ahi hasta la mañana siguiente para volver a su casa.

Se pasó al rededor de media hora hablando con aquellos objetos. En ese tiempo, se dio cuenta que ellos eran pareja. Una pareja muy bella y hermosa. Sintió celos, recordandose a el mismo con Zorman. Pero fingió seguir normal y no expresar sentimientos cuando los veía agarrarse de sus manos.

Al Guarnizo estar mas relajado, se acomodó en un sillón. Todo estaba muy tranquilo, hasta que entró una gran y horrible bestia a la habitación. Si, Drako efectivamente no era el mas suertudo de su zona.

Guarnizo se asustó mucho. Pero pensó que tal vez ese oso era como sus anteriores amigos.

-¿Que mierda haces en mi castillo?- Habló con furia poco notable la Bestia

Drako empezó a temblar. La Bestia estaba enojada porque un intruso se había atrevido a entrar en su castillo e interrumpir su paz.

Las filosas garras de la bestia atraparon al joven inventor y lo arrastraron por todo el sucio piso del castillo hasta un frío y desierto calabozo.

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Cabe aclarar que cuando pongo "Guarnizo" en este cap me refiero a Drako, ya que él y Juan son hermanos desde chiquitos, nunca se separaron y comparten apellido

No tengo nada en contra de 8cho, es que fue el primero que se me ocurrió, mejor dicho soy su fan 😸

Juro que al caballo quería ponerle Juan, pero sonaba muy raro en una escena del siguiente cap donde se juntan, porque encima aca no le puedo decir "Hechicero" a Juanito.

Besoss <3

❝~Nuestra Rosa~❞ - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora