.VIII

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   Los nervios estaban matando a George, ¿Como le iba a decir a Angelina que quería terminar porque al fin aceptó sus sentimientos por su mejor amiga de la infancia?

No sabía que hacer, se llevaba mentalizando una semana para hacerlo, pero no había tenido el valor suficiente, sabía lo que Angelina sentía y se sentía mal por haberla engañado.

George Weasley, el gemelo menor, siempre se sintió como la sombra de su gemelo, Freddie era más extrovertido, alegre y chistoso, y que era él en comparación, tímido, más callado y aunque igual chistoso, nunca fue como su hermano.

Todo esto, hasta que conoció a aquella chiquilla de 11 años con un largo y un gran listón negro recogiéndole los pelos rebeldes, Aurora Sinclair había llegado a su vida como una de las mejores cosas que le habían pasado. De alguna manera los tres se acercaron, pero aún más George y ella, por primera vez en su vida se sintió más que "Fred y George" y aunque amaba a su hermano más que a nada, se sintió visible al fin para alguien.

   Cada año George se sentía más cercano a Aurora, y aunque poco a poco en el iban creciendo sus sentimientos no los podía aceptar, su amistad con su Rori estaba en juego y no se arriesgaba a perderla, no a ella.

Cuando pudo tomó la oportunidad y comenzó a salir con Angelina, él le tomó cariño con los meses, más no como a Rori, aún estando con Angelina se imaginaba si todo fuera diferente, si el mudo fuese utópico y ambos pudiesen estar juntos.

Aquel día, luego de la clase de pociones, George sintió como si todo tuviera sentido, Aurora lo correspondía, estaba enamorada de él y casi la besa como tanto había querido hacerlo, pero no pudo, abriéndole los ojos de una vez.

—¡¿Estas rompiendo conmigo antes del Baile de Navidad, George Weasley?!— exclamó Angelina ganándose unas cuantas miradas, lo que hizo que el pelirrojo la alejara de la multitud del Gran Comedor.

—Angie, se que esto es sorpresivo, pero no puedo seguir así— dijo intentando sonar lo más tranquilo posible.

—¿De que estás hablando? Todo está bien entre nosotros— Angelina ahora se encontraba furiosa.

—Yo te quiero, pero estoy enamorado de alguien más, lo siento Angie— dijo para luego alejarse de la morena, que en ese momento se encontraba haciendo una rabieta.

El chico corrió hasta la Sala Común, necesitaba ver a Fred y a Will, porque necesitaba decirle lo que sentía a Aurora, era algo más grande que él, era como ansiedad, sentía que su cuerpo le exigía hacer algo, la emoción no lo dejaba tranquilo.

Cuando iba por las escaleras vio a Will y sintió como si pudiese respirar de nuevo —¡William! ¡William!— el joven volteó a verlo girando los ojos, aún molesto por su amiga.

—¿Que quieres Weasley?— preguntó de mala gana —Y si te atreves a preguntar por Rori te tiro de las escaleras— amenazó como si nada para luego intentar irse, sin embargo la mano del pelirrojo en el hombro lo detuvo.

—Necesito decirle a Rori...— comenzó lentamente ignorando la mirada amenazante del chico —...lo mucho que la amo.

Aurora se encontraba en el Gran Comedor esperando un paquete de su madre, según ella le había mandado un vestido para el baile y aunque le hubiese dicho que si a Fred, no estaba muy segura.

—Hola Aurora— dijo una voz algo desconocida para ella.

—Amm... hola Cedric— dijo la chica algo nerviosa, ellos nunca habían hablado fuera de las clases de Cuidados de Criaturas Mágicas.

—Yo quería saber si... quieres ir al Baile de Navidad conmigo— la chica sintió sus mejillas arder.

—Lo siento, pero ya tengo pareja— dijo tratando sonar lo más cordial que podía.

—Debe ser uno de los gemelos, ¿verdad?— la chica asintió algo desanimado —Pues George debe sentirse muy afortunado de que tú lo acompañes.

Dijo para luego retirase mientras Aurora lo veía con las mejillas y orejas rojas de la vergüenza y lastima, ya que ella deseaba que fuese ESE gemelo.

𝐘𝐨𝐮 𝐛𝐞𝐥𝐨𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐦𝐞  • 𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora