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La pobre chica tenía un ataque de nervios mientras caminaba de un lado al otro por la habitación, le faltaban menos de cuatro horas para comenzar la fiesta y ya se comenzaba a arrepentir. La voz de su cabeza le decía que haber aceptado la invitación de Fred era algo malo.

  Lo único bueno que había pasado para ella en todo el día es que Angelina no se había aparecido en el cuarto por todo el día y no se encontraba de humor como para escucharla hablar de ella hiendo al baile con George. Dos toques en la puerta hicieron que sus nervios se dispararan más y corrió a abrirla como si de vida o muerte se tratase.

   —¿Mione?— dijo con incredulidad al ver a la menor frente a su puerta con una caja en las manos y la cara sonrojada como un tomate.

   —Hola Rori, ¿puedo pasar?— preguntó la castaña y la mayor le dio pase libre para que entrase a la habitación —Yo quería saber si me puede ayudar a prepararme, no se que hacer con mi cabello y estoy demasiado nerviosa como para encontrar una solución.

   —Claro Mione, yo te ayudo— respondió Rori con una sonrisa que fue rápidamente correspondida.

   Ahora faltaba menos de una hora, Hermione y Aurora se habían pasado la tarde arreglándose entre risas y charlas sobre los chicos o las desgracias amorosas de ambas chicas.

   —Aún no puedo creer que vallas con Viktor Krum, él es un chico muy guapo, tiene suerte— le dijo la mayor mientras le aplicaba suavemente el de labial a la menor.

   —Yo quería que alguien más me invitara, pero ni siquiera una opción para él— dijo y sus ojos comenzaron a ponerse llorosos.

   —¡Uy no no no no!— hablo rápido Aurora echándole un poco de aire a la cara mientras la miraba con desaprobación —No te atrevas a llorar por ese idiota, Ron no te merece linda— Hermione miró bruscamente a Rori con cara de sorpresa —¿Qué, se supone que era un secreto?

   La menor estaba tan sonrojada que podía ser comparada con un tomate —¿Así como tu amor por George Weasley?— ahora la mayor jadeo con sorpresa.

   —¡Que brusca eres con tus mayores!— se quejó entre risas Rori para que luego Hermione se riese con ella.

  Eran aproximadamente las ocho, hora a la que se habían citado a todos los estudiantes en el Gran Comedor, unos toques en la puerta avisaron a las chicas de que posiblemente Fred ya estaba ahí por Aurora. La chica fue a abrir la puerta encontrándose con su cita.

   —Hola princesa Rori, estás hermosa— elogió el pelirrojo con una sonrisa para luego darle un abrazo —¿Lista para irnos?

   —Muchas gracias rey Fred— dijo entre risas —Si estoy lista, hasta luego Mione.

   Rori se despidió de Hermione que iba a estar un rato más en la habitación ya que ella debería estar en el Gran Comedor a las ocho treinta.

   —Rori estás muy bonita, Georgie se va a poner completamente celoso— habló Fred con picardía dándole con el codo a su amiga.

   —No seas tonto Freddie, que no se te olvide que él tiene novia— le digo intentando sonar lo más tranquila que pudo.

   —Princesa Rori, ¿no supiste que Georgie terminó con Angelina hace dos días?— el pelirrojo mayor se ganó una mirada incrédula de la chica, en ese momento sus ojos parecían brillar como dos estrellas en la noche, la emoción era notable.

   —Pues no, no estaba enterada— dijo en un tono serio para disimular su felicidad.

   El camino al Gran Comedor siguió con normalidad entre charlas chistosas por parte de los amigos hasta llegar al lugar. Al aproximarse a la entrada observaron la hermosa decoración haciendo que ese lugar tan conocido pareciese más mágico de lo normal.

   —Hola Rori, hola Fred— dijo Harry distrayendo a la chica que andaba maravillada por todo.

   —Hola chicos, ¿al fin si vinieron solos o qué?— habló Fred en tono de burla ganándose un golpe en la nuca por parte de la chica —¡Agh!

   —Grosero— todos comenzaron a reír por los sucedido, pero una mirada hizo que el mundo de Aurora parase.

George Weasley, la miraba distinto, haciéndola sonrojarse.

𝐘𝐨𝐮 𝐛𝐞𝐥𝐨𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐦𝐞  • 𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora