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-Erling pov's-

~¿Donde estará Jude? no viene desde ayer~

Terminé de armar la gran valija con mis pertenencias, cuando una llamada hizo sonar mi celular.

-Erling, amigo- dijo Marcos desde el otro lado de la línea.

-Marcos, ¿Todo bien?- pregunté confundido por su llamada.

-Bien, ¿Estás ocupado? No sabes lo que encontré- dijo emocionado.

-¿Qué cosa?- pregunté esta vez curioso.

-¿Te acordas el café al que querías ir?- preguntó.

-Sí, él que se estaba por estrenar-

-Él mismo, ya se inauguró. ¿Vamos? escuché que el café es muy bueno-

-Dale, pero ¿Me podés pasar a buscar?-

-Sí, ahora salgo para allá, de paso me acompañas que tengo que buscar unas cosas que encargué- dijo él.

-Bueno, te espero- dije en respuesta, para luego colgar.

Con Marco nos gustaba probar cafés, nos distraíamos y charlábamos de todo. Además, no quería estar mucho tiempo en casa sabiendo que Jude podría venir. No me daba la cara para decirle la verdad. Y aún más terror me daba tener que terminar con él.


Pasé la tarde con Marco, fuimos al esperado café y sus reseñas tenían razón, el café era exquisito y la repostería también.

Estábamos muy amenos, empezamos hablando de cosas triviales, no sé en qué momento se volvió en una charla profunda.

-Erling, los rumores... ¿Son ciertos?- preguntó.

Yo me tensé automáticamente, nadie del equipo sabía que había aceptado una propuesta con el City. También sé que los rumores se dispersaron muy rápido, después de todo mi contrato estaba por vencerse... mañana.

-Sí pero... por favor no digas nada- dije sintiendo nervios y tranquilidad a la vez. Por primera vez sentía ese peso ser menor.

-Tranquilo, puedes confiar en mí. Felicidades, es una gran oportunidad para tí- dijo contento.

-Gracias- era una de las primeras personas en felicitarme. Me sentía más tranquilo y me llenaba de emoción al recordar que jugaría allí.


Entre charlas se nos pasó toda la tarde a eso de las ocho dejamos el lugar.





Cuando llegué me encontré con la mesa del living-comedor decorada. Llevaba mi mantel favorito, el que Jude me regaló cuando empezamos a convivir juntos, además habían velas aromáticas encendidas, su aroma era delicado pero rico, se sentía como un hogar.

-Jude...- dije asombrado de todo lo que había preparado.

-Sorpresa...- dijo él, haciendo manos de jazz.

-Ven siéntate, si esto te sorprende, verás que se pone mejor- dijo tranquilo.

Avancé y me senté, aún no podía creerlo.

-Voy a buscar la comida, espérame- dijo yendo a la cocina.

Por mi parte, decidí abrir el vino que estaba en la mesa. Sin dudas esta no era la situación en la que me esperaba estar. Sabía que no tenía que estar allí, que tenía que decirle, sin dar vueltas pero... también era difícil para mí. Esta velada sería nuestra despedida.

-Cha chan- dijo una vez colocó la pizza en la mesa.

-Pizza-

-No es cualquier pizza, es la mejor que probarás en tu vida- dijo Jude.

¿Rivales? [Bellingham & Haaland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora