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Prendía otro cigarrillo mientras charlaba con Andrés, últimamente por sus proyectos no habíamos encontrado el momento para reunirnos, y por suerte pudimos encontrar un lugar en nuestra agenda. Hablabamos de muchísimos temas, tanto triviales como existencialistas, era la persona que más amaba escuchar. Por mí estaría todo el día a su lado.
Sin embargo no era muy fanática cuando se trataba de hablar de nuestras relaciones amorosas, pues él tenía muchas experiencias y parejas por detrás, y yo con suerte tuve 2 o 3 relaciones serías. Y aunque había conocido un muchacho recientemente, realmente no despertaba algo demasiado grande en mí. Me encontraba muy confundida.
- ¿Y vos...estas conociendo a alguien? - Preguntó bastante interesado en mi respuesta, por más patética que pueda llegar a ser.
- Sí, podría decir que sí. Es un lindo chico, pero creo que no le gusto mucho. - Dije riendo mientras daba otra calada, pero Andrés no parecía darle tanta gracia.
- Imposible. No debe existir persona en la tierra que no esté deslumbrado por vos y tu belleza, ni hombre ni mujer. - Dijo en un tono sorprendentemente serio.
Me quedé atonita. Fue una respuesta bastante inesperada de su parte.
- Ja, ja, ja, que cosas decís Andresito.- Dije tratando de quitarle tensión a la conversación.
- Para mí es así. Sos bellísima, pobre tipo el que no lo vea. Te digo que si no fueras mi amiga, ya hubiera caido ante tus pies.
Sonreí nerviosa, no sé que mosquito le había picado, pero su mirada fulminante y la firmeza de sus palabras me hacía dudar con que intención las decía. Me preguntaba que rondaba por su cabeza ahora mismo.
