Capítulo 7 "La reunión"

225 29 4
                                    

Año 1839


Ya había pasado semanas desde que el Rey nombrará a Xiaotian primogénito del reino. Desde luego, Wukong cada luz del sol le enseñaba elementos de la monarquía como las leyes, el comercio entre las tres naciones, qué mercancía quedarse o cuál comerciarlas, hablar con el congreso de las decisiones que han de tomar y sus consecuencias. A algunas veces, el rey se aprovechaba de Mk, haciéndolo trabajar por él, claro, él dando la cara para que el pueblo no se entere del "príncipe"

Pigsy y Tang ya estaban enterados del futuro del muchacho. Xiaotian como imaginó antes, Tang reacciono como niña puberta gritando emocionado mientras le preguntaba como era el castillo, como Mk gobernaría y si él podría ser un elemento del congreso. La reacción de Pigsy no fue tan emocionado, más bien, se veía en desacuerdo. Él no confiaba mucho en el Rey. Pensaba que el tipo era un sádico e inhumano, que pudo desterrar a una consejera que literalmente lo vio crecer y matar a su pueblo por solo amar. Si eso puede hacer, imagina lo que le puede pasar a su querido hijo. 

Rendido por las súplicas de Mk, convenciéndolo, que él será un nuevo y mejor monarca que Sun Wukong. Puede cambiar las leyes a un bien mayor, ser más amigable con su pueblo y especialmente, le dará una excelente vida a Pigsy y a Tang. No es que estén mal económicamente, gracias a los dioses, tienen agua y pan para todos los días. Sin embargo, Mk le gustaría darle lo que cree que merece Pigsy, un castillo enorme con jardín precioso hecho por los mismo angeles, la libertad de considerarse y no rumiar en la posada. 

Ya con el permiso de Pigsy y su “bendición” un día martes, apenas saliendo el sol, el niño salió de su casa al castillo, suponiéndose lo que el Rey lo enseñaría. “Niño, mañana va a ser un día importante, te necesito que vengas bien vestido” pasó en su mente las palabras de su mentor en su cabeza.

Llegando al castillo se encontró a Sandy esperándolo en la entrada, al guardia le otorgaron cuidar al muchacho en su estancia en el castillo.

—Buen día, Mk. ¿Cómo está?.-Saludo el pelirrojo amigable, ayudándolo a bajar de la carrosa.

—Buen día, Sandy. Muy bien ¿y usted?.-Regreso el saludo.-Oye, pensaba un día invitarte a desayunar a mi posada y presentarte a mi padre y a su amigo, siento que serán unos buenos amigos.

—Estaría genial, en estos días ¿Te parece?-Contestó al muchacho, dándole una sonrisa cálida. El castaño siempre le hablaba de su padre, su comida o lo regañón que es, aunque no lo crean Mk le hacía publicidad a la posada.

—Bien, nos vemos luego, Sandy.-Despidió. Al entrar al castillo de las nieves, así le decía por qué era más blanco que la misma inexistencia, se encontraba caminando, viendo todos los retratos y esculturas en ella, se le apareció raro al ver a un niño rubio con ojos dorados tan feliz y lleno de energía, se le veía la inocencia a kilómetros ¿Cómo puede ser el rey?

Salió del pasillo encontrándose al susodicho, hablando con una de sus mucamas.

—Hola.-Se presentó detrás de él, asustándolo un poco.

—Hola, niño. Que madrugador, llegaste temprano. -Saludó, dándole un abrazo.

En estas semanas, MK le agarro un poco de cariño a Wukong viendo que en realidad no es tan malo, quizás sea descuidado y sus desiciones no sean las mejores, pero de ahí en fuera es buena persona. Igualmente Wukong no piensa diferente, no se había sentido tan gustó con una persona después de estar tan solo en su castillo, es decir, están sus gentes trabajando y los del congreso, pero no es el mismo modo el aprecio que tiene hacia Xiaotian.

—Sí, estaba emocionado, me dijiste que ayer viniera bien vestido y no podía esperar.-Contestó de respuesta, ¿Habrá una fiesta?

—Oh... Sí. Hoy van a venir los monarcas de los reinos, puede que lleguen también lo del congreso.-Explicó dándole poca importancia, no le gustaban esas reuniones, no quería ver a nadie y menos a Macaque. Para su desgracia, se tiene que hacer cada año en cada unos de los reinos, ahora le tocó al reino en su reino.

Lujuria prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora