Capitulo 12 "Fin de semana."

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1824

Pasó algunos meses desde que ambos príncipes de diferentes reinos se declaran su amor casto e inocente. Su amor era el ocaso que unía el sol y la luna, tan puro como el agua de un manantial cristalino.

Los príncipes se veían un fin de semana de cada mes; sus días de descanso los utilizaban para verse.  No siempre estaban sin contacto, se mandaba cartas desde sus castillos, esperando la respuesta del otro con esperanza.

El día de hoy, era unos de esos fines de semanas. Ambos se reunieron en el reino Dragón, emocionados se encontraron en la plaza del reino. Un bello lugar lleno de estatuas de animales ganaderos, representativos del reino.

"¡Macaque!" Gritó el joven de cabello dorado al ver a su luna.

Macaque al escuchar su voz volteo a ver a todos lados sin verlo.

"¿Wukong?" Preguntó el muchacho, buscándolo entre la multitud. Ambos se escaparon de sus guardias, necesitaban su tiempo a solas.

"Aquí, bobo." Dijo Wukong apareciendo detrás de él. "Estás muy ciego, luna." Se burló.

"No te podía ver, estás muy chaparro." Contestó siguiendo la corriente a su oro dorado.

Ambos se abrazaron con fuerza, se extrañaban mutuamente, necesitaban sus cariños, sus mimos y caricias. Ambos necesitaban su contra parte.

"¿Que quieres hacer, bonito?" Preguntó susurrando el moreno. Aún estaban abrazados.

A Wukong le dio escalofríos que hablara en su oído. "Primero, vámonos a otro lugar. La gente nos mirarán raro si nos quedamos así mucho tiempo."

El rubio se separó del abrazo y agarró la mano de su amor con cariño para jalarlo y llevarlo fuera del reino. Pasaron la puerta principal de la ciudad y salieron hacia la naturaleza, una pradera con varias flores de diferentes colores. Con un paisaje de montañas a su alrededor, un lugar digno para la pareja.

Empezaron a caminar ambos mirando el pasaje, disfrutando el tiempo juntos. Llegaron a un tronco tirado y hueco. Tomaron asiento.

"¿Cómo te va en tu casa?" Preguntó Wukong acariciando su mano suavemente, mirándola con cariño.

"Mi madre me está enseñando cosas de leyes. Antier dirige al congreso con su ayuda." Dijo Macaque entrelazando sus dedos con los de Wukong. "¿Cómo te va a tí?"

"Igual que tú. Solo que mi padre está más estricto de lo normal." contestó Wukong mirando el sol a través de las nubes que tapaban su bello resplandor.

"Entiendo." Suspiró. "Todavía la oferta está abierta." Habló el ojimorado, volteo a ver el rostro de su novio.

"Liu er, ya hablamos sobre ésto. No puedo abandonar a mi padre así por qué sí. Él sería capaz de armar un escándalo por solo irme a tu reino." Wukong se acercó para darle un beso en la mejilla. "Gracias por tu oferta, pero la rechazo."

La luna miró a su sol con tristeza e infló sus mejillas con aire, para soltarlo después. "Era una buena oferta, tendré que ofresercela a alguien más." Habló burlesco.

El sol lo miró con una mueca de molestía y celos. "¿Disculpa?" Preguntó ofendido y con una mano en el pecho. "¿Podrías repetirlo? No te escuché muy bien."

Macaque se empezó a reír y le dio un beso en la frente a Wukong. "Es broma, tu sabes que no invitaría alguien a mi casa, además, yo solo dejo que vaya puro guapo a mi casa y tú, mi rey, eres muy guapo." Habló coqueto el muchacho.

El moreno se acercó lentamente hacia los labios de su amante. Se acercaron lentamente hasta que Wukong se quitó. Dejando a Macaque ahí esperando el beso con la boca en posición.

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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