°Un amor desconocido°

•Momento de la luna•

Onque suene raro, Kye, se sentía cómodo en la mansión de la familia de Lay, era bastante raro que se sintiera cómodo o familiarizado con su entorno, apezar que casi nunca salia del cuarto del rubio, y no se encontrace con la familia de este como su padre o hermana, las pocas veces que se vieron, por ejemplo, con la hermana menor de la familia, Orla, era bastante dulce, y siempre mantenido una sonrisa.

-Oh, tu debes ser el amigo de mi hermano, ¡Un gusto conocerte!, casi nunca sales del cuarto, eres bastante guapo, ya veo por que le caes bien a Lay- Se avían encontrado en el pasillo del piso de arriba, el cuarto de los dos hermanos no era muy distante, hací que era común que cada mañana, los dos se encuentren nada mas salir del cuarto.

-...Si, ¿Me puedes decir tu nombre?- Kye era reservado, y no era muy sociable, a diferencia de Lay, y aparentemente toda la familia del rubio a excepcion del padre.- Cierto, me llamo Orla, la hermana menor de la familia, quería preguntar si as visto a mi hermano, mi padre lo busca con bastante insistencia-

- Sigue dormido, se veía bastante cansado ayer por la noche.- Desde que se "mudo" temporalmente, era normal que el rubio fuera llamado a múltiples charlas con su padre y después de esto llegar con estrés o cansancio, y con una cara bastante abrumadora.

Era lindo cuando su cara trasmitía cansancio, era algo fuera de lo común, por que era bastante alegre y con energía, y cuando estaba cansado era todo lo contrario, era debil, y hablaba por hablar. Como un pequeño niño de 14 años que se avía emborrachado por primera vez en su vida.

Una pequeña sonrisa se dibujo en la cara del mago al recordar al rubio y sus momentos mas tiernos, de este.

Actualmente era momento de dormir, no avía visto a Lay por todo el día, y al llegar la hora de la luna, el peli morado de si dio ir al pequeño cuarto de la habitación del rubio, era un cuarto pequeño, decorado con una pequeña mesa en el fondo del cuarto, mas específicamente al centro, al lado de esta avía una enorme ventana con una vista perfecta a la luna, como un balcón, pero sin aire libre.