°Un amor desconocido°

•Mi culpa•

Kye avía quedado dormido, Lay entro cuidadosamente a la pequeña habitacion, al ver al contrario dormido se acostó con el encima de su pecho. No razonaba en ese momento con la cabeza, solo, hacia lo que sentía que quería hacer realmente.

Se sentía cómodo en los brazos del purpura, después de todo era su enamorado, ¿Como no sentirse comodo en sus brazos?. Pronto, el rubio se quedo dormido, pero, como era de recordar, Lay, al quedar dormido se movía bastante, al punto de no poder dormir con nadie al lado por temer a lastimarlo.

En un tiempo corto Lay empezó a moverse, por ejemplo, movia su cabeza de un lado a otro, sus brazos se movían sin una dirección fija y sus piernas igual. Estos movimientos evidentemente despertaron al mayor.

Al ver este al rubio en su pecho se sorprendio, pero, también se sonrojo, un tanto, ya que Lay, solo se avia acostado una vez en su pecho, el día que... Bueno, la noche en la isla. Eso le recordó todo.

Lay por su parte se veía cansado, no tenia indicios de despertar por su cuenta tan fácil, Kay se acomoda mas recto para no tener todo el peso del rubio en su cuerpo, esto también le permitio mas vista de este.

El mayor por sus adentros tenia un monton de pensamientos entre cruzados. Tanto como ese dia en la isla y esa noche de calor que tubo con el rubio.

Se escuchara cursi, pero Kye, se negaba haci mismo amar al rubio,  pero, ¿por que?, bueno, quisiera decir que es fácil de decir, pero no.

Hace muchos siglos, Kye se enamoro de una joven maga, peli morada y con ojos violeta, el la amaba con todo su ser, era lo mas importante para el, pero lamentablemente, esto termino, la joven amada de Kye, murió en un enfrentamiento, mejor dicho, la atacaron cuando estaba desprevenida, el por que, es...algo dificil de explicar.

Ver a su amada atravesada por dagas en la pared no era nada lindo de ver, la sangre de esta correr por el piso y por su boca...simplemente esa imagen nunca se fue de su pensamiento, desde ese momento no se permitio amar a otra persona, incluso si pasaran siglos, nunca se enamoraria de otra persona, no quería sufrir el perder de nuevo a esa persona.

Incluso si no era en lo absoluto culpa de el la muerte de su amada, se culpaba y se castigaba a si mismo por su muerte.