Rivales, amantes [TSUKIYAMA]

Cruel

Otra vez el sol volvía a salir, dando su luz y calor a todos, a Tsukishima no le gustaba ese calor, la noche anterior había estado demasiado intranquilo pues había sentido ese sentimiento cálido que lo llenaba de paz y que solo alguien le podía proporcionar, había sentido a Yamaguchi emocionado, hace muchísimo tiempo que no lo sentía.

El rubio no había pegado el ojo en toda esa maldita noche, ahora las ojeras eran más notorias, era complicado seguir en la cama, tenia muchas dudas.

Se puso de pie, dio una profunda inhalación, para poder relajarse, luego prosiguió con su rutina monótona de todos los días, aunque esta vez realmente deseaba encontrarse con Yamaguchi en el camino, estar un poco cerca, sentir sus feromonas, solo quería caminar a su lado.

Salió de la casa, como era de esperar hacia mucho calor, colocó sus audífonos en sus oídos a todo volumen y continuo recorriendo su camino.

La música era tranquila, le daba un toque muy bonito al panorama, ¿o es que lo bonito provenía del omega que se aproximaba con una bolsa y una sonrisa algo tímida?

Sí, definitivamente era culpa de ese omega, es decir, era Yamaguchi, cualquiera mejoraría su día si lo viera mientras caminaba mirando al suelo, como jugando algún tipo de reto personal, no perdía el equilibrio en esa línea blanca de la pista, sonreía un poco, su concentración era mayor, lamentablemente un auto se aproximaba y tuvo que salir rápidamente de ahí .

Cuando salió, su sonrisa era más grande , se había divertido haciendo eso, pero cuando se fijó en el alfa que lo miraba fijamente, esa sonrisa desapareció, solo siguió caminando, a su lado.

— Buenos días Tsuki...

La felicidad de Tsukishima era indescriptible, esta vez no podía ocultar sus feromonas, hace un tiempo que no escuchaba ese tonto apodo, antes le molestaba un poco, pero ahora mismo estaba deleitándose con el recuerdo de la voz de Yamaguchi en su cabeza.

Aunque todos esos pensamientos se esfumaron en cuanto sintió un olor muy bueno, provenía de Yamaguchi, eso sí era inesperado, él no dejaba salir sus feromonas solo porque sí, el peli oliva estaba algo avergonzado.

— Buenos días Yamaguchi.

El omega lo miró por un rato, la voz de Tsukishima era áspera pero linda, no estaba nada mal escucharlo mientras decía su nombre, ahora debía preguntarle sobre anoche.

— Tsuki....¿Ayer pasó algo malo? Lo siento que me entrometa, pero ya sabes, puedo sentirlo.

Yamaguchi jugaba un poco con sus dedos, en sus manos estaba esa bolsa junto a esas pastillas tan necesarias para él, pero por alguna razón en ese momento quería que Tsukishima sienta sus feromonas.

— Lo siento, traté de calmarme pero no pude, lamento si te incomode o algo así, tan solo me emocione un poco cuando sentí nuestra conexión, no me habías dejado sentirla desde hace medio año...

Ambos tan solo sonrieron en respuesta a lo que sea que estaban a punto de decir pero no dijeron, ya habían llegado a la escuela, Yamaguchi se dirigió rápidamente a los baños, su corazón latía a mil, las palabras de Tsukishima invadían sus pensamientos, ya no debía hacerlo, era cruel para ambos, inmediatamente abrió su frasquito, tomó por lo menos tres pastillas y volvió al salón de clases.

El examen comenzó antes de que se diera cuenta, ahora sí estaba un poco difícil, pero había estudiado lo suficiente, pasó una hora y ya había terminado, se levantó y dejo su examen en el escritorio del profesor, volvió a su sitio y vio como Tsukishima aun seguía dando el examen, él siempre era perfeccionista.

Puso sus brazos sobre la mesa y apoyo su cabeza ahí, a su lado estaba un omega que al parecer había estudiado un poco, sus respuestas estaban correctas, algunas, además había escrito en toda la mesa para hacer sus cálculos, Hinata era divertido.

Se completaron las dos horas y todos ya habían entregado los exámenes, el ambiente dejó de estar tenso, ahora todos conversaban sobre como seria su puntaje.

— Yaaaammmms!! ¿Viste como respondí muchas preguntas sin tu ayuda? Me siento el más inteligente de todos — Shoyo estaba tan emocionado que daba saltitos de felicidad al rededor de Yamaguchi.

— Muy bien Hinata, estaba seguro de que si te lo propones puedes concentrarte un poco.

Ambos estaban sonrientes y algo emocionados.

— Entonces para celebrar hagamos una pijamada, ¿Qué dices?

Yamaguchi estaba un poco extrañado, nunca había hecho una pijamada, era cierto que en su infancia había dormido con Tsukishima pero solo con él, nunca se había relacionado tanto con otros omegas.

— Sí... creo que seria lindo hacerlo, ¿En qué casa seria?  

— En la míaaaaa, tengo muchas cosas para jugar AAAA también invitemos a Nishinoya ¿si? él es el alma de la fiesta siempre. — Hinata estaba muy emocionado.

— No lo conozco bien, pero es tu casa puedes invitar a quien quieras.

Hinata dio un salto de emoción y fue hasta el sitio de Nishinoya para avisarle, él era un omega, muy lindo sin duda, pero todo el mundo sabia que no debía siquiera tenerlo en sus pensamientos, ese chico bajito estaba en una relación con uno de los alfas más geniales, él ya había salido de la escuela y tenia una motocicleta, para el omega era como estar en una película de narcotraficantes, pero su alfa era un amor de persona bajo esa fachada de chico malo.

Pasaron las horas de clases y los tres omegas salieron corriendo del aula.

— Oye, idiota numero 2, ¿sabes que esta pasando? — Tsukishima  había visto como arrastraban a Yamaguchi de un lado a otro durante todo el día, eso comenzaba a molestarle.

—Maldito dinosaurio con lentes deja de llamarme así, hoy Hinata me dijo que no podríamos regresar juntos porque tendría una pijamada, ¿pero no se supone que esas son en la noche?

Kageyama y Tsukishima estaban algo preocupados, aunque no podían hacer mucho, tampoco es como si podrían controlar cada acción que hacían sus chicos, solo les quedaba esperar a que les digan algo.

Los dedos del rubio no dejaban de golpear la mesa y la pierna del azabache no dejaba de moverse.

— Tsukishima vamos a vigilarlos.

— Sí.

Ya no había vuelta hacia atrás, solo esperaban no haber tomado una decisión equivocada.