Caos

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En cuanto llegó a la escuela se sentó en el habitual asiento de Kageyama, afortunadamente llegó antes que su alfa pues así tenia tiempo de ordenar todo y hacerlo cómodo para ambos.

Pasaron los minutos y todos comenzaron a llegar, Hinata estaba algo sorprendido por ver a su amigo en otro asiento pero ahora tendría más momentos para regañar a Kageyama.

Unos segundos después llegaron ambos alfas esperados, los dos hablaban de algo sin mucha importancia, pero  Kageyama cambio su humor al ver a su omega sin nadie a su lado, inmediatamente se sentó a su lado y lo saludó con un golpe en la cabeza seguidamente de un beso en la frente, así se querían.

Tsukishima por su parte solo suspiró y llegó hasta su asiento.

— Buenos días Tsuki, ¿Cómo amaneciste?

El rubio no estaba acostumbrado a ese tono de voz por parte del pecoso por lo que solo se había quedado viéndolo por un rato.

— Bien.

Bueno, eso no era lo que Tadashi había imaginado, en realidad él pensaba que ese alfa se lanzaría a sus brazos y lo llenaría de besos mientras impregnaba sus feromonas para marcar su territorio, sin embargo no pasó eso.

Todo parecía muy normal, las clases, los exámenes, todo seguía su curso. Solo en ese momento Yamaguchi tomo conciencia de que su amante no era Kageyama, tampoco era ninguno de esos alfas que mostraban en los libros de romance o en la televisión, su amante era ese chico inexpresivo llamado Tsukishima Kei, era él quien debía sacar lo mejor de su alfa.

Además, esa rivalidad en sus notas no tenia tiempo para recordar que tenían algún tipo de relación, aquella semana de incertidumbre para el omega fue duramente aprovechada por su alfa, quien había vuelto a sus primeros puestos, eso Tadashi no lo podía permitir.

Volvieron a competir entre ellos, primeros puestos nuevamente para el pecoso, cada vez era mejor, un examen hecho perfectamente, un beso bajó las escaleras,  un puntaje excelente, un beso en el baño de la escuela.

Todo de alguna manera los conllevaban a besarse, aunque siempre era un momento intimo, al alfa no le gustaba llamar la atención de ese modo, no le apetecía que se crearan rumores, solo se bastaba con que Yamaguchi no se acercara a otros alfas a menos que sea el idiota de Kageyama.

Aun no eran novios, no habían aclarado ese punto, solo se besaban, se relajaban y, en algunas ocasiones, Tsukishima renovaba la marca que le había hecho a su omega. Era como una rutina mal planificada, a pesar de que ambos querían dar ese siguiente paso, aquel que los unirían frente a muchas personas, pero ellos eran igual de cobardes.

Dos semanas, pasaron exactamente dos semanas desde que ambos se unieron en un acto carnal y seguían en su mismo jueguito de besos, nada de palabras serias.

Que irónico, Kei era el que más quería estar con Tadashi, pero ahora no era capaz de pronunciar unas cuantas palabras concretas.

Aunque también debían esforzarse, el año ya se acabaría, solo faltaban tres meses y directito para la universidad, era un peso más para los enamorados, pero eso no justificaba nada.

— Hinata ¿Qué debería hacer? — Susurró el pecoso mientras caminaban hasta su casa, debían hacer una tarea entre ellos.

— ¿Sobre qué? — Oh no, Yamaguchi había estado tan ajetreado tratando de sacarle una sonrisa a su amado y con sus notas, que se había olvidado de mencionarle correctamente todo a Shoyo, además él había olvidado aquella llamada.

Yamaguchi dio un gran suspiro y arrastró a su amigo hasta un parque cercano, ahí le contó exactamente todo lo que recordaba, desde que descubrió quien era su destinado, hasta ese mismo momento, el rostro de Hinata era muy obvio pero extraño, una combinación de emoción y confusión, muy típico de él.

— ¿¿QUEEEE??? YAMAGUCHI ¿COMO ES QUE NO ME DI CUENTA? DIOOOS AAA QUIERO VER TU MARCA.

Tadashi estaba orgulloso de esa dichosa marca por lo que mostrarla fue de lo más placentero, se quedaron un buen rato analizando eso, Hinata también le mostro su marca, contándole como fue que se la hizo.

Ambos estaban satisfechos y volvieron a encaminarse hacia la casa del pecoso, tenían mucho por hacer.

Por el otro lado del camino, estaba Tsukishima acompañado de Kageyama, sí, la dichosa tarea que tenían pendiente, el universo realmente conspiraba diariamente contra ese alfa rubio.

Pero de alguna manera debía sacarle provecho a ese idiota que solo tenia una cosa en su cabeza ; Hinata. Adiós orgullo, adiós dignidad, adiós buena reputación.

— O-oye tú, idiota numero dos, tú..... ¿Cómo puedo pedirle a alguien que sea mi novio?... 

Kageyama giró lentamente su cabeza en dirección a Kei y en su rostro se formo una sonrisa algo tétrica, el rubio retrocedió unos pasos al ver su reacción, sabía exactamente lo que ese azabache estaba pensando; "Ese idiota acaba de pedirme un favor" odiaba con su alma pedirle algo pero estaba desesperado.

— Bueno, ya que me pediste un favor a mí, lo cual era obvio porque soy el único con relación estable, te ayudare, pero tú debes pasarme todas las tares por un mes.... ¿Trato? — Le ofreció su mano derecha a Tsukishima para sellar su acuerdo.

— Trato... idiota retrasado — Estrecharon sus manos y así quedaron en un acuerdo.

Llegaron a la casa del rubio, no estaba su madre por lo que de frente fueron a su habitación, esto seria una tortura.

Estaba equivocado, no era ninguna tortura, era una masacre, las ideas que daba Kageyama iban de mal en peor, ¿Quién en su sano juicio le pide a su amante que sea su pareja oficial mientras tienen sexo? Pues sí, ese idiota lo hizo. Esas cosas estaban fuera del limite, además con el pecoso no se habían tocado íntimamente desde aquella vez.

— Tienes a un omega a tu lado y no cogen diariamente, que desperdicio...

Tsukishima negó con la cabeza al escuchar eso, ellos no eran de esos que lo hacen en cualquier lugar, bueno, por lo menos él no era así, nunca le había preguntado a Yamaguchi si quería hacerlo, aunque él no dejaba salir sus feromonas, eso decía algo ¿no?

— Cállate, agh... Mejor dime ideas, no sé como decírselo.

— Mmmm YA LO TENGO... Será una sorpresa muy muy grande, ¿pero eso no afectara esa supuesta rivalidad que tienen? Debes dejar esa mierda, si él te gusta no te puedes sentir así.

Tsukishima ladeo la cabeza y dejo escapar una pequeña sonrisa. — Eso es precisamente lo que me gusta de él.

Ahora debían preparar la dichosa sorpresa.






Rivales, amantes [TSUKIYAMA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora