Fiesta

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Llegaron a su escuela nuevamente, ahí los esperaban todos los alumnos en el patio, preparados para felicitarlos y regalarles algunas cosas. 

El concurso era transmitido por la televisión .

— Tadashi.... Siempre supe que eras increíble — Hinata estaba llorando prácticamente, mientras abrazaba a su amigo, estaba orgulloso.

Todos comenzaron a gritar ovaciones y aplaudían enorgullecidos de sus compañeros, sabían que ellos se habían esforzado muchísimo para lograr ganar ese concurso.

Los maestros por poco rompían en llanto, estaban felices por ellos mismos y por sus alumnos.

En fin, todos estaban satisfechos con los resultados, solo querían celebrar y disfrutar ese momento de gloria que tenían por sobre las otras escuelas.

— Lo hicimos Yamaguchi, lo hicimos — Tsukishima tomó la mano del pecoso.

El omega lo miró por decimas de segundos y apartó su mano, aun estaba procesando todo, era mucha presión.

" Por este acontecimiento, les pediremos que todos los alumnos vayan a sus salones, excepto los de segundo y tercer año, los más grandes, tengo un anuncio para ellos."

Los chicos de grados inferiores acataron la indicación y volvieron a sus aulas. Los que habían sido convocados para quedarse estaban debatiendo sobre que era lo que tenia que decir el director.

" Haremos una fiesta. Sí chicos será con música de su preferencia y fuera de la institución solo les pediré que todos lleven supresores de celo y, solo en un caso extremo, una pastilla anticonceptiva, pero de todas formas no creo que cometan esos errores. Ambos salones reúnanse y busquen el lugar."

Todos comenzaron a saltar de alegría y a gritar, no pasó ni un minuto y ya ambos salones estaban juntos en una misma aula, planificando donde seria el lugar y quien estaría a cargo de cada uno de los comités, querían que sea una fiesta inolvidable para todos.

Yamaguchi había sido arrastrado por esa corriente de emociones y estaba apoyando en la planificación, era un buen distractor para sus pensamientos tan confusos.

— ¿Qué les parece si llevamos alcohol? Yo tengo muchos tipos en casa— Nishinoya, como era de esperarse, estaba liderando el itinerario y su reciente acotación había sido muy bien recibida por todos.

— Yo también tengo, puedo traer más...

— Yo igual, mi padre hace vinos, traeré muchos.

Ahora todos se sumaban a la emoción del momento, de todas formas para los de tercer año era su ultima festividad en la escuela, luego del siguiente verano tendrían que estar postulando a varias universidades, querían disfrutar eso que les quedaban de estudiantes adolescentes.

Al final quedaron en que seria en la casa de una compañera, ella tenia una posición económica muy buena y por ende su casa era enorme; muchos cuartos y el patio gigantesco, además de una piscina, era obvio que eligirían su casa.

La fecha era ese fin de semana, es decir, solo tendrían dos días para organizar las cosas, por el permiso de sus padres no se preocupaban pues los maestros enviarían comunicados sobre una "reunión" todo estaba yendo de maravilla.

Pero la tierra al parecer se había propuesto girar más rápido y hacer que esa fecha tan ansiada llegara en unos segundos, ahora solo les quedaba disfrutar.


Todos comenzaban a llegar a la hora indicada, los chicos que traían las botellas de licor procuraron llegar temprano para esconder las botellas y ayudar en los últimos detalles.

En la casa de Yamaguchi todo era un caos, Hinata estaba ahí y ya había vaciado todo su armario en busca de una ropa— según él— decente, pero para el omega pecoso todo estaba bien, además quería que Hinata dejara de rebuscar, no le parecía bien que otro omega toque la camisa de Tsukishima.

Ambos terminaron con una ropa sencilla, elegida por Yamaguchi, aun era temprano así que caminaban a paso lento, el camino que debían seguir pasaba por la casa de Tsukishima, definitivamente el destino odiaba muchísimo a Tadashi, pues cuando estaban pasando la puerta del alfa se abrió.

Kei estaba vestido casualmente, aunque llevaba una camisa, no era muy diferente a su uniforme, sin embargo había algo más, talvez era aquella chaqueta beige o sus zapatos, pero ante los ojos de Yamaguchi, el rubio estaba distinto, estaba más... lindo.

Hinata saludó al rubio y los tres caminaron hasta la dirección acordada, Kageyama se unió al grupo unas calles más arriba, ahora los cuatro eran un completo espectáculo para los transeúntes. 

Luego de casi hacer que un camión atropellara a Hinata, llegaron a la dichosa casa. La música estaba al tope, varios chicos estaban en la piscina y algunos entregaban bocaditos, estaban divirtiéndose sanamente, bueno eso harían hasta las 10 de la noche, a esa hora se irían los profesores y podrían disfrutar como se debe.

— Vamos Yams, ¡¡Debemos divertirnos!! — Hinata jaló el brazo de su amigo y desaparecieron entre la multitud.

— ¡¡Hinata idiota!!!, ¡llámame si pasa algo!— Fue lo único que atino en decir Kageyama.

Yamaguchi estaba un poco desconcertado, era mucha gente y la música resonaba en sus oídos, aunque estar con Hinata lo volvía un poco divertido.

Pasaban las horas, los maestros comenzaban a retirarse, las botellas comenzaban a salir de sus escondites, todos gritaban de emoción.

Pronto llegaron chicos y chicas de otras escuelas, incluso varios eran de alguna universidad, esa fiesta se estaba descontrolando.

— Omegaa! Tenemos a un lindo omega aquí... ¿Quieres jugar con nosotros?

Eran un grupo de chicos mayores, se habían acercado a Yamaguchi, quien estaba sentado tomando un vasito de jugo, no querían hacer algo malo, pero eran muchos y por algún tipo de presión aceptó jugar con ellos.

El juego se trataba en que todos debían sentarse en circulo y mirar hacia abajo con un vasito de vino en las manos, en cuanto miraban hacia arriba debían ver a uno de los integrantes del juego y si él te estaba mirando también debían tomar todo el vaso.

Intentaron eso, era divertido, la cabeza de Yamaguchi estaba flotando de tantos shots que tomaba, ahora habían cambiado de juego y de bebida, comenzaban a combinar refrescos con tequila o cerveza con algún licor extraño que el omega no conocía.

De pronto algo se le vino a la cabeza de Yamaguchi ¿Cómo sabían que era un omega? Maldición, había olvidado sus pastillas. Pero eran un lio los pensamientos del omega que solo olvido lo que estaba pensando, quería seguir jugando.

Verdad o reto, más retos, varios chicos cerca de él, se sentía en el cielo, flotaba con cada vaso que tomaba, de hecho comenzó a tomar de las botellas directamente, todos ovacionaban sus acciones y lo animaban a hacer más tonterías, como bailarle muy sensualmente a un chico completamente desconocido.

Eso fue lo que hizo colapsar el humor de Tsukishima, quien había estado observando todo el show desde uno de los cuartos de la anfitriona, no estaba con nadie, solo con su música, pero algo no estaba bien, sentía calor, mucho calor.

Bajó inmediatamente y agarró a Yamaguchi de la mano, no le importaba que lo abuchearan, no dejaría que su omega siga humillándose, porque sí, no había tomado una gota de alcohol y sentía mucha necesidad del pecoso.

Quería dejarles en claro a todos quien era el alfa de ese omega.




Rivales, amantes [TSUKIYAMA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora