Acto 2

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Dean volvió en sí, abrió los ojos y se encontró sentado junto al espejo roto. Parpadeó tratando de recordar lo que había sucedido, cuando un gran dolor en la frente lo devolvió a la realidad. 

Castiel estaba frente a él con el candelabro en sus manos, preparado como si fuera a golpearlo de nuevo.

—¿Qué estás haciendo aquí? Este es un lugar sagrado. ¿Eres un ladrón?— Castiel entrecerró los ojos y Dean reconoció ese lindo manierismo. Estaba a punto de sonreír, pero el extraño comportamiento de su mejor amigo le decía que algo andaba mal.

—Cas, soy Dean— dijo, colocando una mano sobre su pecho.

—¿Dean? No recuerdo a ningún Dean. ¿Qué estabas haciendo en este lugar tan tarde en la noche?— Castiel insistió, agitando el candelabro.

Dean extendió ambas manos como queriendo poner un límite entre ese objeto y él mismo:

—Mira, sé que pensarás que estoy loco, pero obviamente el viaje en el tiempo rompió algo en tu mente y ahora no puedes recordar quién soy.

Castiel miró a Dean con ojos cautelosos:

—¿Cómo sabes que he perdido mis recuerdos?

—Yo solo…— Dean frunció el ceño: —Realmente no me recuerdas, ¿verdad?— Repitió con una voz más suave.

—Mi nombre es Emmanuel, Emmanuel Novak— Castiel pronunció, poniéndose rígido en su lugar.

Dean no podía creer eso:

—No. Tu nombre es Castiel y tú--

Oyeron ruidos fuera de la iglesia y Dean se puso de pie por instinto. Castiel se dio la vuelta y fue a la puerta para echar un vistazo al recién llegado:

—Es el reverendo Horton— murmuró, luego se dio la vuelta para acercarse a Dean y abrió una ventana cercana y dijo:

—Váyase, diré que el ladrón escapó.

Dean lo miró con los ojos muy abiertos y estaba a punto de decir algo, pero Castiel lo empujó hacia la ventana:

—Váyase ahora— le ordenó de nuevo con ojos suplicantes. Y Dean hizo lo que dijo. Al menos, ahora conocía la nueva identidad de Castiel.

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—¿Los Novak? Son de la alta sociedad— dijo Elga, sirviendo un poco de té caliente en la taza de Dean.

Dean suspiró y respondió después de un sorbo de la bebida caliente:

—Él no me recuerda.

—Pero conocemos a Emmanuel Novak, ¿cómo es que tu amigo resultó ser el general Novak?—preguntó William, desconcertado.


Dean lo miró confundido:

— ¿ General ?

—Los Novak son una familia muy justa y religiosa. Emmanuel fue a la guerra en Crimea hace dos años, y no sabíamos qué le había pasado. Pero volvió hace tres meses, y él...— Elga se puso de pie como si algo hubiese asaltado su mente con la realización. Ella miró rápidamente a Dean: —Había perdido sus recuerdos.

Recuerda Cuando... (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora