Acto 5

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Castiel se puso de pie lentamente, mirando sus manos con una expresión abrumada en su rostro.


Dean se acercó a él lentamente, con las manos en alto para tratar de calmar a su amigo.


—Cas, por favor... escúchame...


—No… qué… qué acabo de…— Castiel clavó sus ojos llenos de miedo y desconcierto en Dean.


—Escúchame, ¿ese fantasma en tu casa? De acuerdo, ese fantasma era el verdadero general Emmanuel Novak, no tú— dijo Dean, sujetando los hombros de Cas con sus manos.


—¿Qué? ¿Qué estás diciendo?— Castiel tartamudeó, estaba temblando.


—Tú eres Castiel, mi mejor amigo, ambos estamos aquí en esta línea de tiempo porque un Dios egipcio nos trajo desde el futuro— Dean estaba tratando de hablar lentamente, pero aun así, mientras las palabras salían de su boca, el cazador sabía que era difícil de entender.

—¿Yo no soy Emmanuel?— Castiel repitió, con perplejidad: —¿Y lo que acabo de hacer con tu herida? ¡¿Eso es brujería?!— Preguntó, mientras bajaba la mirada a sus propias manos.


—No, no fue brujería... tienes poderes... no eres humano. Eres un ángel. Uno poderoso— dijo Dean, y apretó los labios.


Castiel desvió su mirada hacia él, frunciendo el ceño. Se liberó y dio dos pasos hacia atrás: —¿Qué estás diciendo? No soy humano…— murmuró las últimas palabras, mirando a su alrededor con desesperación. Miró al hombre lobo muerto en el suelo.


—Cas... por favor...— Dean trató de acercarse a él de nuevo, pero Castiel siguió caminando hacia atrás.


—No, no… tú… tú quédate ahí, no te acerques a mí. ¡El diablo está hablando a través de tu lengua!— Castiel lo señaló con un dedo y los ojos rojos llenos de lágrimas: —Estás mintiendo. 

—No estoy mintiendo— Dean estaba casi suplicando.


—Sí, lo estás. Y ya no quiero escucharte más— replicó el ángel, y salió corriendo de allí.


Dean dejó caer la cabeza entre sus hombros cuando una voz burlona sonó detrás de él.


—Lo arruinaste. ¿Qué tipo de broma es esta? Quiero que me devuelvan mi dinero.


Dean se dio la vuelta bruscamente para encontrar a Thot, vestido con un frac rojo, un gran sombrero del mismo color y una sonrisa muy molesta en su rostro.


Dean tomó al dios por el cuello y lo empujó contra la pared:

—Será mejor que nos hagas volver a nuestro tiempo o te juro...

Recuerda Cuando... (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora