Seis

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YoonGi ingreso a la cafetería de siempre, tomando asiento en su mesa favorita tras pedir su batido de fresa.
Observó la ventana viendo las copas de los árboles mecerse por los fuertes vientos de diciembre

Sus nervios estaban a flor de piel, principalmente porque no tenía muy en claro que le diría a los alfas, y en segunda, porque, aunque ya conoce a dos de ellos, todavía falta uno.

Su vista se alejó de la ventana cuando escucho a alguien aclararse la garganta junto a él.

—Hey— saludo JiMin cuando los gatunos ojos se posaron sobre él.

—Hola—YoonGi sonrió al ver al mayor.

Su vista se dirigió esta vez detrás del peli negro, viendo a uno de los trillizos junto a este.

—Hola, YoonGi-ssi — saludo HyunMin, inclinándose levemente.

—Usted debe ser HyunMin-ssi, es un placer — el omega se inclinó igualmente, encantado con la gran sonrisa que creció en los labios del peli gris.

Ambos hermanos tomaron asiento delante de él, sin embargo, todavía no estaba satisfecho, faltaba uno y eso de cierto modo lo decepciona.

—¿Y JungMin-ssi?

— No sabemos si vendrá... Ayer discutimos y no ha respondido los mensajes.

YoonGi formó una o con sus labios, observando ciertamente sorprendido a JiMin.

— ¿Está todo bien? ¿Quizá yo tenga algo que ver?

— Oh, no, no. Solo son diferencias de opiniones entre nosotros, tranquilo — se apresuró a decir.

YoonGi asintió, dirigiendo esta vez su mirada al otro trillizos. El cabello gris le queda demasiado bien, y se ve tan jodidamente guapo que lo tiene suspirando encantado.

— ¿Cómo estás HyunMin-ssi?

— Estoy de maravilla. Pero, dime hyung, por favor, deja las formalidades de lado, bonito.

Las palabras del mayor le provocaron un sonrojo, pues la coqueta sonrisa del alfa había provocado un vuelco en su interior.

— Está bien, HyunMin hyung — murmuró bajito, sonriendo pequeño cuando el alfa río feliz.

Ciertamente le parecía tan extraño ver a ese alfa, pues, aunque los tres tienen la misma cara sus personalidades son totalmente distintas, siendo HyunMin el más alegre y tierno de todos.

— YoonGi-yah, JiMin me dijo que hace poco estás en Busan, ¿ya conociste la ciudad?

El omega lo miró con sus gatunos ojos abiertos en sorpresa, ya que, ahora que lo piensa no conoce más allá del barrio en donde vive y esa dichosa cafetería.

— No, hyung , ¿te vas a ofrecer como mi guía? — dijo, sonriendo cuando miro los ojos del alfa brillar en emoción.

— Claro que sí, mi hermano aquí presente, es un tonto por no llevarte a conocer — la altanería en su voz hizo al alfa peli negro fruncir el ceño.

— ¡Oye! te estoy escuchando.

— Esa era la idea — respondió divertido.

YoonGi rio por la pequeña escena que ambos hermanos estaban montando.

Mientras los observaba con una gran sonrisa en su rostro, un fuerte aroma llegó a su nariz. Su vista se dirigió con rapidez a la entrada de la cafetería, observando a aquel alfa que lo beso el día anterior.

Se veía un poco mal, pues tenía una grandes ojeras bajo sus ojos y su cabello estaba un poco desordenado. Nada parecido al coqueto hombre que conoció ayer.

El combo completo lo ganó Min YoonGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora