El mundo de la magia era en pocas palabras extraordinario y misterioso, mi estancia con los Weasley estuvo llena de sorpresas, no había rincón en esa casa que no estuviera llena de magia y que la familia no me privara de ello como si fuera el mayor de sus secretos me hacía sentir especial.
Si tuviera que elegir, elegiría no irme jamás, a los magos no les molesta que yo sea normal o una muggle como me denominarían en el exterior, tal vez no les molesta porque no corro peligro con ellos, a menos que me atraviese en uno de los experimentos de los gemelos, entonces ahí si estaba en peligro.Mis tardes a veces se pasaban leyendo algún libro mientras que los hermanos Weasley jugaban quidditch sobre nuestras cabezas, y esta no era la excepción de la tarde. Esta vez era el turno del libro de animales fantásticos y donde encontrarlos, ciertamente la idea de criaturas peligrosas y enormes era interesante y Charlie hablaba muy bien sobre sus dragones pese al disgusto de la señora Weasley
"La Confederación Internacional de Magos ha tenido que multar a ciertas naciones repetidas veces por contravenir la cláusula número 73. TIoet y Escocia son dos de las infractoras más persistentes. Los muggles han visto en tantas ocasiones al yeti, que la Confederación Internacional de Magos se vio obligada a instalar una Fuerza Operativa Internacional en las
montañas con carácter permanente. Entretanto, el kelpie más grande del mundo continúa evadiendo su captura en el lago Ness y parece haber desarrollado una verdadera sed de publicidad", decía el señor Scamander sobre el ocultamiento de las criaturas mágicas.Con el libro en mano, me enderece en el césped sin despegar mis ojos del último párrafo.
—¿Estás bien Bella? — preguntó Hermione consternada. — Te ves pálida...
— Ese es su color natural...— se burló Fred tomando un vaso de limonada fresca.
— ¿Es real? — pregunté ignorando la burla de Fred. — El yeti. El monstruo del lago Ness. ¿Son reales?
— Tan reales como los gnomos del jardín cielo. — apuntó la señora Weasley con media sonrisa. Y yo supongo que mi expresión le pareció divertida puesto que comenzó a reír. — Aunque por supuesto, su existencia debe permanecer como un secreto para el mundo exterior, por su seguridad.
— Te diré que... — dijo Fred quitándose el cabello de la frente mientras tomaba el libro en mi mano. — Vi unos anuncios en el callejón Diagon. El viejo Scamander abrirá su reserva de criaturas al público, toda un hábitat diseñada y dedicada a sus criaturas, ¿Te gustaría ir?
— S-si...claro! ¡Si! — exclamo con emoción cerrando el libro. — Pero, ¿estará bien? Es decir...ya sabes por..¿No le molestara que yo sea...?
— El señor Scamander no es de ese tipo de magos Bella...— me dijo el señor Weasley con amabilidad — En realidad es un hombre muy amable. Su cuñado es un muggle que hornea pan, muy rico en realidad traigo un poco de vez en cuando.
Y eso me hacía sentir mejor. Hermione había hablado sobre magos de sangre pura y como solían despreciar a los muggles y mestizos, o nacidos de muggles. Realmente no quería que Fred o su familia se vieran en problemas por mí, era lo que menos necesitaba la familia Weasley, lo cierto era que ahora que me veo parte de este mundo, no quiero abandonarlo.
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𝐑𝐄𝐏𝐀𝐑𝐎 ━━━ ❝ F. Weasley ❞
Fanfiction" ¿Existe algún hechizo que pueda reparar un corazón roto?" Donde Fred Weasley repara el corazón roto de Bella Swan