Capítulo 9.

61 14 6
                                    


-Una perspectiva nublada por el humo-


-No me esperaba que el tabaco fuera lo tuyo.

La voz de Bogum resuena por los tímpanos de Taehyung de una forma lejana, casi ausente. Toma un calada más que penetra hasta las entrañas, expulsando el humo por sus fosas nasales, como si le quemara el propio oxígeno.

Apaga la colilla contra el cenicero colectivo, de la zona de fumadores que mantiene Hillrate a las orillas del jardín, tirándola y dejando que el sabor amargo de la nicotina sondease su boca. Trata de arreglar sus cabellos descolocados hacia algún punto en el que no pareciese un loco más del sanatorio, y vuelve la mirada al enfermero que lo escruta intensamente.

-Supongo que soy una caja de sorpresas.

-Una caja de sorpresas que probablemente la mitad estén quemadas con la cantidad de cigarrillos que te he visto tomar en la última media hora.

-¿Llevas mirándome media hora?

El pelinegro se recula un poco en el sitio ante la exposición de su actividad reciente. Pero se arma de valor para apoyarse contra las columnas rígidas que sustentaban el recinto desde los cimientos.

-Puede que desde que llegaste al hospital- el coqueteo descarado no pasa por alto en la cabeza de Taehyung. Tentado a sacar un cigarrillo más para lidiar con la pesadez de su alma y no molestar a su compañero.

-Teniendo en cuenta que he pasado más tiempo dentro de Hillrate, que en el parque local. Se puede decir que llegué al centro al nacer. ¿Te van los niños, Bogum?

El rubio mete las manos en sus pantalones uniformados. Inclinándose con sorna ante la reacción vergonzosa del enfermero, que casi explota del color de Marte.

-No digas tonterías, aquí hay gente internada por esas cosas.

-Por eso mismo- la inclinación aumenta descaradamente.- Yo no especifiqué si se trataba solo de internos; se ve que los enfermeros tienen ciertas aficiones diferentes.

La risa no puede aguantar más y resuena desde la garganta resentida de Taehyung. El rostro de Bogum se desfiguró al segundo tras la acusación del rubio.

-Eres un macabro, Kim- la tensión en el rostro del contrario desaparece cuando posa una mano en el pecho del rubio. Si bien la intención era apartarlo, el acariciar con parsimonia el textil de la camisa, no estaba entre sus planes.

Los ojos de Taehyung se clavan en el ventanuco alto que oculta unos ojos brillosos y pétalos morados sobre la cornisa.

El cuerpo comenzó a temblar inconscientemente. Bogum iba a decir algo ante la petrificación de su acompañante bajo su palma, pero fue enturbiado por la presencia allegada al rubio.

-¡Taehyung! ¡Vámonos antes de que tu madre te encierre en el sótano del Hospital por llegar tarde!- Eunyeon hizo aparición desde la entrada del jardín, con sus característicos rizos ondeando al rocío de la mañana.

Kim suspiró angustiado ante la interrupción de la enfermera. Podía hasta temer a que si apartaba la vista un segundo, algún pétalo cayese y desatara una tormenta.

-Si me disculpas Bogum, creo que me toca ir a descansar un poco-. las palmas del contrario se apartaron con desgano de su pecho, no sin antes colocar cierto papelito en el bolsillo de la prenda.

Una expresión de interrogante se instaló en el rostro del rubio, quien dejó que sus revoltosos rizos ondearan con la brisa mañanera que comenzaba a acariciar al pueblo.

Chasm. -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora