Capítulo 5.

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-Aferrarse-

-¡Taehyung! ¿Me escuchas?

El muchacho se sobresaltó en su sitio, casi cayéndose al suelo.

-¿Q-qué pasó?

-Más bien dicho, ¿qué te pasa a tí? Llevas media hora absorto en tu propia cabeza y ya es la hora de que vayas a por tu paciente- anuncia Bogum apoyando una mano en el hombro del rubio, con un tono más bien preocupado.

Taehyung parpadeó perplejo y analizó un poco la situación.

Se encontraba en el aula de descanso del segundo piso, específicamente recostado contra una columna. En teoría debía de estar vigilando a los pacientes con horas libres, siendo la mayoría de ese ala, ancianos. Había un par mirando por la cristalera, y otros dos jugando al dominó; no parecía que alguno estuviera muy presente, mentalmente hablando, por lo que Taehyung terminó distrayéndose en sus propias divagaciones.

-Lo siento mucho Bogum, no volverá a pasar- murmura un poco arrepentido el menor.

Llevaba ya una semana completa trabajando. Comenzaba a sentirse un poco más cómodo bajo las paredes del Hospital, o al menos, ya no sentía tanta lástima ante los constantes gritos procedentes de las habitaciones.

Después del día en el que entabló amistad con Jungkook -o eso quería pensar él- no había tenido avance alguno más allá de llevarle la comida y hasta el despacho de su padre a hacer terapia. El menor no hablaba en absoluto a no ser que él preguntara, y no es como si se atreviera a hacer muchas preguntas.

Ahí cayó en la cuenta de que estaba esperando a que Jungkook saliera de terapia.

-Oh Dios me he olvidado de Jungkook- dice angustiado para sí- Tengo que irme Bogum-shi, gracias por venir a avisar.

-No te preocupes Taehyung, todo está en orden- tranquiliza el mayor con una encantadora sonrisa leve- Anda, que yo tengo que ir a acompañar a estos ancianos al comedor.

Taehyung se dio una cachetada mentalmente mientras procedía a bajar por las chirriantes escaleras de madera. Las consultas estaban en el ala izquierda de la primera planta, por lo que tenía que acelerar un poco el paso para llegar antes de que los pacientes comenzaran a llenar el comedor.

Con unas zancadas y un poco más de prisa, recibió un par de miradas extrañas por parte del personal y pacientes; pero no es como si eso le importase cuando iba tarde a recoger a Jungkook.

Y tan poco le importaron las miradas como él fijarse un poco en el camino, porque sin darse cuenta se acababa de chocar de bruces contra un conocido pelinegro.

-¡Oh Dios Santo! ¿Estás bien Jungkook? - preguntó muy preocupado Taehyung, afianzando sus manos, sin pensar, en la cintura del menor al notar como se había tambaleado hacia delante por el golpe.

El pelinegro tenía tenso el cuerpo completo, y hasta juraría que contuvo la respiración varios minutos en su garganta.

Asintió con mucha fuerza y trató de no morderse muy fuerte el labio inferior, a la par que se dejaba hacer por el enfermero y se enfrentaba de bruces a un rostro moreno y ojos preocupados.

-Iba tan apurado que no me fijé en mi alrededor- admite Taehyung examinando peca a peca que Jungkook estuviera de una pieza- ¿Seguro estás bien?

Esta vez recibió un asentimiento más tranquilo y se permitió relajar el ceño, el cual estaba fruncido por la angustia de haberle hecho daño al menor.

No se había percatado de que sus manos seguían apoyadas firmemente en la cintura de Jungkook, la cual podría admitir que era más pequeña de lo normal, por lo que la mirada extraña que hizo el menor, le hizo sorprenderse.

Chasm. -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora