Capítulo 2.

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-El cielo brilla-

14 años más, dando vueltas al sol.


Los nervios estaban consumiendo las entrañas

del joven, sus manos sudaban y los pies por poco se podrían convertir en patines.

El nudo que se mantenía en su garganta como una apretada corbata, no le dejaba casi respirar. Pese a ser su propio hogar, el comenzar a trabajar a sus veintidós años, le creaba unas inquietudes monumentales.

Él mismo eligió esto, renunciar a la juventud Universitaria que comenzaban a vivir todos sus conocidos, para ejercer de enfermero en el trabajo familiar que su padre le inculcó a amar.

Y él amaba ese hospital.

Lo que pasaba, es que le aterraba la idea de llegar a trabajar en el mismo lugar que su progenitor.

Y no lo confundan. Kim Taehyung era el mayor admirador de su padre, desde pequeño lo ha mantenido en un amplio pedestal, junto a su madre. Pese a que ambos fueran extremadamente estrictos, no quitaba el hecho de que lo amaban con locura.

Su madre en un principio se opuso a que el joven rubio ejerciera esa profesión. Le disgustaba de sobremanera; ella misma sabía el riesgo al que se exponía su marido todos los días, y no quería ver a su bebé en la misma línea de peligro.

Pero él lo tenía más que decidido.

Y mientras caminaba hacia la recepción del hospital, su decisión se afianzaba más.

Rodeado de enfermeros y enfermeras de todas las edades, Taehyung sentía que ese era su hogar. Una sensación de nerviosismo seguía instalada en su interior, pero el calor que emanaban las paredes de ese edificio, lo calmaban.

-¡Ey, pequeñajo! ¡Por aquí!- escuchó a sus espaldas.

Dando media vuelta, los ojos de Taehyung fueron a parar en la mujer que agitaba su mano con una sonrisa vívida en los labios.

Eunyeon la estaba esperando.

Con una media luna en la boca, Taehyung casi trotó hasta ella. Recibiendo un muy cálido abrazo por su parte, inhalando su suave perfume de lavanda y hundiéndose en la paz que ésta le transmitía.

-No sabes lo orgullosa que estoy de verte aquí con ese uniforme- dijo mirándolo a los ojos, pese que este ya creció bastantes centímetros más que ella.

-Yo también estoy bastante feliz, aunque los nervios me tienen un poco desconcentrado.

-¡Oh, vamos! Todos hemos pasado por eso en nuestro primer día de trabajo, pero conociéndote, lo harás genial.Lo llevas en la sangre Taehyungie.

Si bien era cierto que su familia dejaba un amplio legado tras el historial de Hillrate, él no se sentía menos ahí.

Para cuando quiso responder, un fuerte ruido retumbó por el edificio. Un trueno.

-¿Te pescó la lluvia pequeño? Vaya día de tormenta te tocó para estrenarte- comenta Eunyeon mientras comenzamos a caminar por el pasillo a la derecha de la recepción.

-Gracias a Dios, no. Pero un poco de frío probablemente sí. Ya sabes como de horrible se pone el tiempo en esta época del año.

Y si era verdad, pues Hillrate se caracterizaba por un clima muy particular. Al estar situado entre dos grandes montañas, los climas se volvían muy extremos. Desde inviernos helados, hasta bochornosos veranos que recluían a la gente en el lago local.

Chasm. -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora