En el balcón / Wenclair

7. Carmín

Despierta, ¡despierta ya!

Abrí mis ojos de manera rápida, mierda estoy sin ropa. No recuerdo nada de lo que me pasó, tengo que ir al campamento, tengo sangre, muchísima.

Crack crack se escucha debajo de mis pies, las hojas secas que empezaban a caer con la llegada del otoño se llenaban poco a poco de un color carmín. No pensaba mucho, desubicada en el bosque divisé lo que era una especie de cabaña medio destruida, parecía quemada.

En el frío que sentía solo lloré, no tenía memoria de la noche anterior y sabía que me había transformado por mi falta de prendas pero ¿y la sangre?

No veía herida alguna a excepción de la que tenía a un costado de la costilla, esa ni se curaba y dolía como si no hubiese un mañana, descansé lo que pude despues de recuperar la respiración estable que tenía antes de que mis lágrimas salieran.

Camina, solo camina y llega a salvo con las fuerzas que te quedan.

Aún era de noche, si podía transformarme de nuevo y llegar al ventanal de mi habitación me libraría de que alguien me viera, Wednesday debería estar durmiendo ya, así que no había problema con estar desnuda.

Si, era un buen plan, pero no contaba con algo, sentía un olor familiar pero ahora era desagradable, Luca y mis hermanos.

— ¿Aden? – fue el primero que divisé después de Luca, me rehusaba a hablarle a ese desgraciado – ¿Qué hacen aquí?

— Déjate de juegos hermana, ya sabemos que si te trasformaste esa luna – sentía como el frío recorría todo mi cuerpo hasta mis huesos – ¿Quién es tu mate?

— Están dementes, yo no me enlobé – vamos, no te dejes manipular – No tengo mate aún.

— Enid, ya lo sabemos – parecía decepcionado.

— Si sabes para qué preguntas pues.

— Porque me importas – si claro, y yo soy hetero, pensé.

— Váyanse, a ti no te importa nada que no sea lo que mamá diga – caminé entre ellos. Siempre haciendo lo que no debo, quizás desde que los vi debí correr.

Uno de ellos agarró mi brazo y me tiró al suelo lo más fuerte que pudo. Definitivamente no me iban a dejar ir, tenía que prepararme para pelear, había vivido a la sombra de ellos desde siempre, y aunque parezca mall aprendí cada uno de sus movimientos.

— Todos a ella, ya no es de la manada.

Sería un problema si esto era 4 contra 1. Pero ellos no estaban transformados, claro que yo tampoco podía pero era un 50/50 de ganar.

El primer puñetazo fue en mi mandíbula, el segundo en mi costilla lastimada, y así muchos más. Sin embargo, de repente se alejan y no entiendo nada pero la adrenalina en mi cuerpo aumenta a manera rápida.

— Sus ojos – susurraron todos a la vez – oh no, ¡corran!– exclama Luca asustado.

Ni me iba a preocupar que los asustó, en mi mente estaba mi cuarto y lo que estaba ahí. Quería llegar, solo quería estar en un lugar seguro.

☞︎︎︎ Wednesday ☜︎︎︎

Desde que tuve esa visión tuve que estar más al pendiente de Enid, a lo lejos claro, ella no se había acercado a mí en unos días.

— Estoy aburrida Dedos- digo mientras miro el techo- claro que no la extraño, mano tonta. Es como una bomba de colores.

— Ya te dije que no se que hice para que me dejara de hablar, pero da igual, no la necesito. Soy una persona independiente y solitaria.