3. Visiones y pesadillas

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No debí alejarme de mi manada, y desearía en ese momento haber sabido lo que se ahora, pero el pasado es algo que no se podrá cambiar sin importar que suceda o cuánto intentemos, en fin, expliquemos lo que pasó.

Después de ir de regreso traté de encontrar el camino a casa, he de decir de antemano que no funcionó. Terminé aún más perdida que al principio, supongo que por eso los padres siempre dicen que si te pierdes te quedes en un lugar hasta que lleguen, pero es más que obvio decir que los míos no volverían solo por mí.

En un momento vi un pequeño lago, y lo reconocí, aquí había acampado una vez con papá, me alegré de saber que al menos estaba cerca, pero había un problema que no ví antes, la luna llena.

Sentía calor, demasiado calor, casi podría decir si no fuese la reina del drama, que se me iba a desprender la carne de los huesos, claramente eso no sucedió, pero casi. Estaba transformándome y dolía, me tiré al suelo sin poder controlar mi cuerpo, sentía cada hueso creciendo y cambiando su estructura ósea para hacerme más resistente.

Escuchaba todo, podia oler todo a kilómetros, y es aquí donde todo se descontroló. Un olor conocido y embriagante cruzó por mi nariz, desesperada por encontrar la fuente empecé a aullar, por alguna extraña razón creía que eso serviría para que viniese a mi, en lugar de eso vi algo.

En mi mente se aclaró una niebla que antes no estaba, una imagen. Se empezaba a formar una imagen, casi podría decir que era una persona pero no sabría decir quién, y es aquí donde a mi oído escuché un nombre.

Caí, caí como un costal de papas en el lago, estaba de rodillas procesando todo, ¿había visto lo que yo creía? No, no podía ser cierto, no es cierto, las cosas no son así ¿Verdad?

La transformación estaba desapareciendo bastante rápido aún con la luna en su máximo esplendor, no entendía nada, un lobo no puede simplemente destransformarse si la luna aún está clara.

Encontré mi ropa que aún sobrevivía a los desgarres de mi segunda enlobación y me vestí, solo faltaba que un loco me viera sin ropa, caminé un poco más y la luna se ocultó. A lo lejos sentí el olor de mi hermano y luego su voz.

— ¡Enid! Por fin te encontré, mamá está muy pero MUY furiosa contigo– exclamó exaltado.

— No te preocupes Luca, igual no es como si antes no tuviese problemas con ella – caminé sin ánimos por la dirección donde lo había visto llegar.

Caminamos por casi una hora, a unos metros vi las luces de la casa y a lo lejos un pequeño amanecer que comenzaba a brotar, casi las 5 de la mañana, pensé. Entré a la casa y luego.

— ¿¡QUÉ CREES QUÉ HACES NIÑITA, SABES CUÁNTAS HORAS ESTUVIMOS BUSCÁNDOTE!? – no mamá, no lo sé, lo pensé más no lo dije – ¡Y SIQUIERA TE ATREVES A MIRARME!

— Ya, perdón ¿si? – resoplé en su dirección – igual ¿por qué era tan importante que saliera con ustedes justo hoy?

— De verdad no lo sabes ¿No?, Tan distraída como tú padre –dijo casi en susurró pero al final sabía que la escuchábamos – hoy en la primera luna llena después de tu primera transformación la manada debía ver quién sería tu mate.

(Pareja destinada para el licántropo. No es controlado y en ocasiones no es correspondido, esto condena al lobo a ser un solitario hasta la muerte)

— ¿Sabes qué mamá? No funcionaría igual, no me enlobé – obvio era una mentira pero no diría que vi, primero debía aclarar mi mente.

— ¿No te enlobaste?– repitió con desconcierto.

— No, no lo hice. ¿Puedo ir a dormir ya?

– Si, si puedes y por cierto Enid – volteó a verme –  cuando sientas que sucede corre al bosque, no importa si no estamos, necesitas estar en el bosque cuando suceda– solo asentí.

Subir al cuarto después de lo doloroso de esa noche fue como una prueba en el infierno, cada parte de mi quemaba y dolía como nunca. Me dí un baño para pasar a acostarme pero de nuevo estaba ahí, ese olor.

Notando de donde venía, no me contuve en ningún momento, removí con rapidez mis maletas y en uno de los bolsillos ocultos encontré un suéter de Wednesday. ¿Cómo no me había dado cuenta de eso, y por qué estaba en mi maleta?, A lo que solo una cosa paso por mi mente, Dedos.

Pasaron unas horas y mientras dormía un sueño empezó a carcomer mi hermoso y preciado descanso.

Una figura en el bosque, siendo golpeado una y otra vez contra todo lo que estaba. Traté de gritar pero no podía hacerlo, solo veía el rastro de sangre que se marcaba en el suelo lleno de hojas secas, entonces miré a la silueta que pedía con sus ojos ayuda y luego desperté.

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Buenas días, tardes, noches.

¿Qué tal estuvo este capítulo?

¿Creen que algo de esto cambiará el futuro de alguna de las chicas?

Dejemos esto para el otro capítulo, tengan un feliz día o noche.

Besos 💋

En el balcón / Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora