6. Mentiras

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No he llegado a la habitación desde hace unos días, han cambiado cosas desde que Wednesday tuvo la visión, más en concreto, han cambiado cosas en mi.

~ flashback ~

Comía con los chicos sin prestar atención al delicioso olor que inundaba mi nariz, tenía que ignorarla, no me sería muy díficil hacerlo, teníamos una reunión de manada hoy.

Las clases pasaron aburridas, no podía concentrarme, tuvimos exámenes y estaba casi 100% segura de que había fallado. Necesitaba preguntar ya sobre todo esto.

9 p.m. y estaba saliendo camino al bosque junto a mis hermanos. Luca al ser el mayor y próximo alfa de nuestra manada estaba guiándonos. En la mitad del bosque había una especie de fogata, estaban a su alrededor unas 50 personas, la gran mayoría hombres, pude intuir que el que estaba en el centro era el más viejo, parecía de unos 22 años.

— Enid, ahora que te enlobaste tienes derecho a estar acá, estos son todos los licántropos que hay cerca del territorio– explicó Luca.

— ¿A que te refieres?

— Esto es una manada Enid. En casa somos una manda familiar, esta es en conjunto.

— Entiendo, entonces supongo que también hay un alfa.

— Es él – señaló al chico que mencioné antes– se llama Artic– mientras me hacía caminar hacia él.

— Oh, ¿quién es esta chica?, Luca.

— Es... Es mi hermana señor.

— Así que ella es la tan mencionada, Enid. Tus padres me han hablado recientemente sobre ti, no te enlobaste en la última luna, ¿verdad? – menciona con una mirada penetrante.

— N-no, no lo hice– aseguré.

— Espero no me mientas linda– tocaba mi mentón de manera suave, parecía amigable pero en el fondo tenía la sensación de que si él quería me hubiese desgarrado la garganta.

— ¿Qué hacen aquí?– pregunté sin miedo por lo que acaba de pasar.

— Verás cachorrita, cada lobo en esta manada tiene su mate, cada uno tiene una pareja destinada. Sin embargo, yo no. Soy un lobo solitario, mi mate murió.

— Sigo sin entender lo que busca contándome esto– inquirí.

— Eres más lenta de lo que pareces – señaló a mi frente– Aún no te enlobas, eso quiere decir que aún no tienes tu mate. Déjame guiarte hacia algo que puedas entender– podía ver una media sonrisa que solo hizo que me cruzara un escalofrío por toda mi columna vertebral– tu madre te ha dejado a mi cargo, en teoría te vendió para ser mi amante, en cambio yo le daría cachorros con una buena sangre en descendencia.

— No – susurré – ella jamás me haría eso, es una broma, solo una estúpida broma – miraba a mis hermanos buscando una mirada de broma pero no, todos me miraban preocupados – ¡No puedes hacer eso! – al decir eso solo río, una risa que solo describiría como aterradora.

— Pero ya lo hice linda, no puedes hacer absolutamente nada para cambiarlo, no tienes mate, ahora estás destinada a mi, para siempre – mientras sacaba un collar.

En el balcón / Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora