6. Hospital III

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Se quedó callado por unos instantes mientras observaba a la real con tristeza. No tenía palabras para reconfortarla, o no tenía idea si ella quería eso. Sin embargo, quería hacerle saber que él estaría para ella pase lo que pase.

—Tal vez no sea así —pensó, desviando la mirada, buscando las palabras que fuesen acordes a la situación—. Puede haber una posibilidad de que él sea feliz estando a tu lado... —carraspeo ligeramente, sintiéndose ansioso, ¿cómo podría manejar esto?—Lo que quiero decir —dijo ya nervioso, sin saber como actuar—. Es que nunca podremos saberlo sin ni siquiera intentarlo.

Sus dedos estaban inquietos, así como sus pensamientos. Tuvo el pequeño impulso de dar un discurso motivador, pero sabía a la perfección que no debía hacerlo.

Se vio ligeramente aturdido al ver que ya habían llegado al hospital. Dejó escapar otro suspiro de sus labios y revolvió sus cabellos en busca de despejar su mente. Miró a su amada amiga nuevamente.

—Pero sabes que es tu decisión al fin de cuentas, Nanami-san —asomó una pequeña sonrisa, queriendo transmitirle tranquiliza—. Y sea cual sea la que tomes, ten por seguro que estaré para acompañarte. Ya sea así que decidas quedarte con el bebé, me haré responsable si hace falta.

—Es... una vida... —mencionó Nanami, aún sin poder mirarlo a la cara. Se quedó mirando a su barriga, obviamente no se notaría, por algo llevaba apenas unas pocas semanas de gestación.

Los tres amigos estuvieron en silencio todo el trayecto hasta el hospital, cada uno con sus propios pensamientos. La IA buscando posibilidades a parte del aborto para proteger a Nanami, mientras que la real pensaba en su futuro hijo.

—N-no quiero que te sientas obligado... —solo de pensar en eso, empezó a sollozar, no quería hacerle sentir mal por su culpa, sobre todo por hacerse responsable de algo que no era su responsabilidad—. Gracias... —por el otro, solo podía agradecerle de manera sincera, al fin se sentía bien, algo querida, por uno de sus buenos y grandes amigos, justo lo que su corazón necesitaba oír después de tanto sufrimiento.

—Sabes que no es nada —dijo relajando sus facciones, poniéndose en frente de su amiga, a una distancia considerable para no asustarla—. Estoy para ti, siempre y cuando lo necesites.

Se sentía bien, de alguna manera, saber que podría mantenerla a salvo lo consolaba. Haría lo que estuviese a su alcancé y esperaba que su suerte estuviese de su lado para cometer esa promesa silenciosa. La observó con cariño, con el querer que tanto le quería.

—Y también puedo decirte que no es una obligación —contestó a eso, jugando con sus dedos—. Amo a los niños, haría lo que sea por ellos. Así que si llegas a tomar esa decisión, prometo ser un buen padre. Claro, si tú me lo permites, Nanami-san.

Solo sollozaba, no sentía que lo merecía. Por culpa de tantas mentiras, patrañas y destrozar su autoestima, no se sentía que mereciera un amigo como él, como Makoto Naegi. Ni siquiera podía soltar lágrimas, no tenía lágrimas que derramar, no esta vez.

—¿Y-y Kamukura-kun...? —preguntó, entre sollozos, que le dijera eso la hacía sentir mejor, excepto por el compañero sentimental de su amigo. Tampoco quería agobiarlo con su hijo. Pero aún así, no se sentía aceptada y prefería abortar. Sin embargo, saber que tenía en quién confiar para seguir con esto, era lo que necesitaba oír. Ahora estaba comenzando a cambiar de opinión, quizá.

—No creo que él quiera —mencionó Chiaki esta vez, siendo Izuru que solo tenía ojos para el suertudo y no para las cosas que le rodeaban, por algo solo le resultaban meramente aburridas—. Aunque, si tú se lo pides, quizá acceda —miró a Makoto un momento y cargó a la real para dejarla en la camilla y ponerse a buscar vendas y desinfectantes nuevos para poder cambiar sus vendas.

Freedom [Rol de Discord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora