Proteger a la aldea.

Capitulo 29.

"Monte Myoboku"

Naruto llegó a la marca más cercana que tenía de Amegakure, había evitado entrar a ese país por la lluvia que lo cubría, sentía que tenía algo raro y ahora que la volvía a ver supo que tenía razón, de un sello saco su chamarra negra, después de ponérsela activo los sellos que estaban cosidos en esta para esconder todo su chakra, con su bufanda cubrió la parte inferior de su rostro y con su fleco oculto el símbolo de su su hitai-ate.

Aquellas llamadas habían parado así que debía acercarse rápido para poder usar el Hiraishin y no perder de vista de dónde venían, pero una nube de humo detrás de ella la hizo voltear con su tanto ya listo para atacar.

— ¿Gerotora? — guardo su tanto mientras veía a ese sapo — ¿Por qué estás aquí?

— Necesitas ir al monte Myoboku — fue interrumpido por los ruidos de una pelea que se daba en medio de la aldea Amegakure.

— Iré cuando me desocupe — concentro su mirada en aquella pelea lejana pero fue detenida por Gerotora.

— Ve ahora, está no es tu pelea — dijo serio.

Ante eso la rubia frunció el seño, se concentro para ampliar significativamente su zona de rastreo, la lluvia no la dejaba sentir todo pero no podría cubrir el chakra de una invocación tan grande como lo era Gamaken, al sentir a ese sapo solo pudo pensar en Jiraiya, corrió por aquel cuerpo de agua que separaba a la aldea de lo demás ignorando a Gerotora, sostuvo bien el gorro de su chamarra para evitar que se mojara más, estaba bastante lejos, pero cada vez que pasaba cierta distancia lanzaba un senbon con su marca para poder escapar rápido, cuando estuvo cerca de un edificio que parecía contener aquella pelea saco un último senbon encajando lo en una piedra para después usar el Hiraishin, apareció justo a lado de un Jiraiya moribundo, escribiendo algo en la espalda de un sapito que nunca había visto, al sentir que algo se acercaba a gran velocidad solo los toco y desapareció, sorprendiendo a Pain, pero solo dijo "tarde" ya que las heridas que tenía el sannin eran muy graves.

Con desesperación Naruto saco el manto del Kyubi para poder curar al que cargaba, el sapito que estaba con Jiraiya le decía que lo llevará rápido a Konoha, sin decir nada más la rubia uso el Hiraishin lo más rápido que podía, conectando todas las marcas que tenía hasta llegar a esa torre Hokage sin dejar de pasar aquel chakra, aunque fueron prácticamente segundos, el recorrido se le hizo eterno a la rubia, mordió su labio no se permitiría llorar cuando su abuelo la necesitaba.

— ¡Obachan! — dijo con desesperación al llegar a esa oficina — Ero-sennin.

Fue lo único que alcanzó a decir, su garganta se cerró del shock, el miedo de perderlo la lleno, Tsunade se acercó rápidamente para empezar a aplicar su jutsus médico.

— ¡Shizune! Trae algo para llevarlo al hospital — Tsunade estaba en pánico pero no dejaría morir a su amigo ahí.

Naruto hizo señas de que ella podría llevarlo, su garganta seguía cerrada tener la sangre de su abuelo en ella la había llenado de pánico, pero su mente hacia lo que podía para mantenerla un poco cuerda, tocó a los dos Sannin y volviendo a usar Hiraishin aparecieron en la entrada del hospital, las enfermeras que pasaban por ahí se asustaron por un momento pero se acercaron al ver tanta sangre.

Se llevaron a Jiraiya junto a una Tsunade que no dejaba de usar su jutsu médico, Naruto se quedó en esa entrada, su nariz empezó a sangrar de todo el esfuerzo que requirió usar tanto aquel jutsu y por pasar tanto chakra.

El Hiraishin requería concentración y una gran cantidad de chakra, ella podía usarlo repetidamente por sus grandes reservas, pero todo tenía un límite, había usado por lo menos unas 40 veces ese día sin descanso, recorriendo algo que normalmente tomaría 3 días de viaje si no es que más, incluso pasar aquel chakra del zorro la agotaba, se intentó levantar pero le fallaron las piernas, empezó a maldecir mientras golpeaba sus piernas de la desesperación, quería ir a dónde estaba su abuelo.