(Pov: Tate)
Estaba esperándola, me estaba preocupando; ya era de madrugada y yo no podía salir a buscarla, pero pareciese que a sus padres no les importara que su hija mayor aún no llegaba.
-¿Aún la esperas? – me preguntó Violet llegando a mi lado.
-son las 2 y aún no llega.
-ella acostumbra hacer esto, a veces no llega hasta el amanecer.
-la esperaré hasta entonces – respondí mirando a un punto fijo, imaginando lo peor del por qué Lili aún no llegaba.
Una hora.
Dos horas.
Tres horas.
Escuché la puerta abrirse con sigilo, como si fuese a despertar a alguien. Todos estaban dormidos, tal vez Violet sigue despierta, pero todos los demás descansan.
Me alegró la noche poder verla, su hermosa sonrisa, sus ojos azules y su cabello pelirrojo hicieron que en mi estómago volaran las famosas mariposas de las que todo el mundo hablaba. Pero de pronto las mariposas comenzaron a ser más pesadas y cayeron como bolsa de papas haciéndome querer vomitar.
Lilian había llegado y con un chico, de este emanaba un olor a alcohol que me pareció jodidamente asqueroso.
Subieron las escaleras riendo y al llegar al último escalón, me vieron a mi.
-Tate, ¿por qué sigues despierto? – preguntó susurrando mi Lili con su acento Italiano tan característico.
Estando más cerca podía distinguir el olor a hierba que la pelirroja poseía.
-no puedo dormir – creo que use un tono algo lúgubre, tal vez no fue a propósito, pero a ella no le gustaba que le hablen de esas maneras.
No dijo más nada, tampoco reclamó mi tono, pero se fue y sentí como un agujero se formaba en mi pecho.
Estaba dispuesto a averiguar qué estaban haciendo esos dos tan escondidos en el cuarto de mi chica, pero cerraron con llave e irrumpir solo generaría más enojo en Lilian. Así que esperé hasta unas horas más, de todas formas tenía todo el tiempo del mundo para quedarme sentado aquí esperándola.
(...)
Por fin el chico salió y cuando me vio solo sonrió saludándome con la mano para luego retirarse, no respondí ni perdí tiempo para entrar rápido y hablar con Lilian.
Tal vez debí esperar a que se me pasara el enojo.
-¿Quién era él? – pregunté apenas entré.
Juro que en mi cabeza estaba la idea de hablar con ella de lo que sentía y lo inseguro que me había puesto verla con él, pero eso fue lo primero que se me salió y de inmediato me arrepentí.
-¿disculpa? – la cagué – no tienes derecho a hablarme así.
-Sólo dime quién era.
-No puedes exigirme nada, Tate.
-por qué no? – es inconsciente, mis palabras salen solas – por qué no?
Ella se veía confundida y enojada, iba a decirme algo cuando yo la interrumpí.
-POR QUÉ NO?! ESTA FUE MI CASA ANTES QUE TUYA! MÍA! PUEDO EXIGIRTE QUE ME DIGAS QUIÉN MIERDA ERA ESE BASTARDO!
La terminé de cagar. Ella me abofeteó y yo reaccioné, ni siquiera me había dado cuenta de cuándo había comenzado a llorar, pero cuando palpe mi mejilla roja el llanto se hizo más notorio.
-quiero que te vayas – me exigió –, vete Tate.
-Lilian lo siento, solo déjame explicarte por favor – suplicaba como niño pequeño intentando acercarme a ella.
-Vete de aquí.
Mis suplicas no fueron suficientes y tuve que desaparecer de su vista. Me dolió no verla, pero me dolía más saber que el hermoso azul de sus ojos ya no brillaria para mi, si es que en algún momento siquiera lo hizo para mi.
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"solo tú" (Evan Peters)
Fanfictionhistorias cortas de Evan peters en sus papeles de American Horror Story