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Gracias a Lana había podido salir libre de ese maldito lugar, pero ahora debía encargarme de algo antes de abandonar este lugar por completo.

(Pov: Lilian)

Estaba fumando un cigarrillo en la sala común cuando uno de esos guardias-enfermeros-imbéciles, vino a buscarme diciendo que era libre.

No miré incrédula, pensando en que era una broma, creo que nunca lo creí hasta que ya me encontraba en la puerta de ese lugar.

Caminando escaleras abajo sentía que alguien me devolvería, me diría que solo estaban bromeando y que nunca saldría de allí, pero no fue así.

Al final de las escaleras estaba Grace y su bebé junto a Kit. Miré a este último con dulzura y le di un leve abrazo, mientras sentía que la otra chica me arrancaría las extremidades.

-gracias – susurré con una sonrisa.

Cuando nos separamos, Grace entró con el bebé al taxi y Kit me ayudó a entrar a mi. Él se acomodó a un lado del conductor para darle las indicaciones de dónde irían él y su mujer.

-¿Adónde irás ahora Lilian? Si bien tengo entendido, la casa en donde estabas antes era de tu supuesta amiga – habló la ojos de muñeco diabólico.

-allí veré, siempre encuentro un lugar.

Ella sonrió satisfecha, sabiendo o creyendo que tendría que dormir debajo de un puente.

-estaba pensando – dijo Kit mientras se daba media vuelta hacia nosotras –, puedes quedarte en una pequeña cabaña que tengo cerca de nuestra casa.

-No Kit, así estoy bien, veré dónde quedarme.

-insisto, no es un lugar de lujo pero al menos no es Briarcliff.

Compartimos una sonrisa y no me lo pensé mucho, solo me quedaría hasta encontrar otro lugar.

-está bien, muchas gracias Kit, a ti también Grace – esta me miró algo confundida –. Eres la prometida de Kit, lo suyo es tuyo y lo tuyo es suyo, gracias por darme un techo momentáneo.

Ella me dio una sonrisa, una de esas que me daba cuando aún éramos amigas. Puede que haya sido más por el hecho de que le aclare que solo sería un hogar momentáneo, pero era una sonrisa de todas maneras.

(...)

Al llegar, Kit me enseñó donde me quedaría y en realidad era realmente lejos de su casa, así que acepté, cuanto menos pudiese verlos, mejor.

Acomodé las pocas cosas que tenía y limpié para que se viera acogedor.

-se ve hermoso – volteó al escuchar la voz de Kit y encontrármelo frente a mi –, le haz dado otro aire a esta cabaña.

-hago lo que puedo.

Estaba de buen humor, pero su presencia me incomodaba, así que intentaba alejarme, pero él seguía insistente y tomó mi mano para acercarme a él. No sé por qué no me resistí, debí hacerlo, él ya había formado una familia y yo debía ir a cumplir mis sueños.

-te amo.

-no puede ser – suspiré cansada.

-de verdad te amo, todo lo que pasó y lo que esta pasando no cambian mis sentimientos hacia ti.

-Kit, vas a casarte.

-solo porque me lo pediste.

-yo no te pedí que te la cogieras – se quedó callado –. Yo también te amo, pero no debo hacerlo y tú tampoco, no haré esta mierda. Si estoy aquí es porque no tengo a donde ir, no porque quiera permanecer a tu lado.

Se acercó para darme un beso y yo desvíe mi cara para que me besara la mejilla.

-nos vemos.

Ojalá fuese un adiós.

"solo tú" (Evan Peters) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora