"solo tú" (Evan Peters)

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(Pov: Lilian)

Había llegado a casa muy tarde en la noche, me había quedado en la universidad estudiando para un examen. Llamé a mi padre, a mi madre y a Violet; no estaban en casa. Revisé mi teléfono para ver si me habían avisado que no estarían y así era, tenía llamadas perdidas y mensajes sin leer. Pero bueno, al menos sabía que no los habían raptado.

Estaba cansada, así que enrollé un papelillo con hierba dentro y me dirigí a la ducha. Se sentía tan bien no pensar en nada más, era como callar a un montón de voces dentro de mi cabeza y al fin sentir paz.

No terminé el porro y lo guarde, salí y anduve en bata por toda la casa, me hice un jugo verde y comencé a escuchar Eminem en mi tocadiscos.

Cantaba y bailaba aún bajo los efectos de la hierba. Cuando di una vuelta pude divisar a una persona en el marco de la puerta. Volví mi vista allí y no había nadie.

Le bajé a la música y comencé a llamar a mis familiares, tal vez habían llegado y no los había escuchado. Me tranquilicé un poco, pero no bajé la guardia, haciéndome sentir ridícula y paranoica.

Unos pasos se escucharon detrás mío, pero al voltear no encontré a nadie. Solté un suspiro cansado y casi al instante un vaso se estrelló a un lado mío haciéndome saltar de mi asiento, luego fueron platos, cubiertos y ollas. 

Iba a correr fuera de la casa, pero apenas abrí la puerta vi a una mujer frente mío y un dolor insoportable en mi garganta, mientras un líquido espeso salpicó por todas partes.

Caí al suelo, intentando hacer presión en mi garganta para no desangrarme, pero era obvio que no saldría viva de allí. 

Cuando miré hacia arriba, pude ver la cara de mi asesina; Hayden.

-por qué lo hiciste? Éramos amigas! ¡CREÍ QUE PODÍA CONFIAR EN TI! – maldita loca, de qué carajos hablaba? – lo lamento, enserio lo siento, pero tú me condenaste a esta casa y yo haré lo mismo contigo y toda tu familia.

Se fue a paso lento mientras me insultaba de mil maneras posibles.

Yo ya estaba perdiendo el conocimiento y en un par de segundos más, moriría.

-LILIAN! NO! NO! NO! NO! – era Tate, lo sabía, más no podía verlo con claridad – NO TE MUERAS POR FAVOR! POR FAVOR NO! 

¿Qué más da? La casa atraparía mi alma como dijo Violet, estaba resignada a que definitivamente ese no era un mal sueño y yo estaba por morir. ¿Qué más da?