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—Y así llegué aquí, pero mira estamos comiendo como pensaba hacerlo

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—Y así llegué aquí, pero mira estamos comiendo como pensaba hacerlo.

Después de que se reencontrarán los tres, la mayor los llevo a su guarida y les dió comida así como un poco de información de todo lo que sabía en su larga estancia.

—Escuche a alguien mencionar sobre una playa pero sinceramente no creo que sea momento para tomar el sol y eso—hablo nuevamente—ahora que lo recuerdo había un bar que se llamaba así, ¿lo recuerdas Sam?—el mencionado asintio—unos idiotas hicieron un escándalo ese día y nunca volvimos de nuevo.

—Hay un hotel que tenía muchas pinta de playa, ¿crees que sea ahí?

Ambos miraron a la mayor para recibir respuesta. Pero está luego de un rato asintió.

—Tiene lógica, en la playa no habría tanta atracción como un hotel y sería a simple vista, ¿Vamos?—dijo Niragi viendo a la mujer

Con solo una mirada ambos entendieron que quedaba en sus manos por lo que hablando como adultos lo dejaron a un piedra, papel o tijera.

Si Niragi ganaba irían a buscar el lugar.

Si Samura ganaba se quedaban ahí.

Y Niragi ganó.

















La científica los llevo a un cuarto oculto de la casa, ambos la seguían como patos detrás de su madre.

Cuando vieron como paraba y tomaba dos cosas, esperaban ver de todo menos una ametralladora y una katana. Entendieron que era su regalo por adelantado de navidad y lo tomaron apreciando sus nuevas pertenencias.

No lo demostraba pero cuidaba bastante de esos chicos que no la dejaron sola y sabía que en ese lugar ellos tendrían que defenderse como pudieran.



















Habían llegado al sexto hotel, no caminaron, gracias a los conocimientos de la chica tenían electrónicos de antaño y un carro funcional. Vieron la entrada principal y en un grafiti mal hecho decía La Playa una ofensa para el arte.

Entraron como si fuera su casa, no había seguridad pero aún así ambos chicos prepararon sus nuevos regalos.

Vieron como a lo lejos un hombre con barba y otro rapado iba atrás de el junto con las pocas personas que había en ese momento.

—Como carajos llegaron en ese auto

Vaya recibimiento.




















—¿Así que ella es una militar, científica loca?

Niragi se puso a la defensiva logrando que el rapado le apuntará con un arma y el con la suya.

—Ten un poco de respeto por lo menos—le dijo otro hombre con lentes rectangulares

—Drogadicto de mierda—murmuro Suguru

—Las reglas son sencillas 1. Ocupar bañadores y 2. Entreguen todas sus cartas.

La teoría del "líder" era extraña pero para ser una variable no estaba mal, así que saco todas las cartas que tenía sorprendiendo a los residentes del hotel.

—Esto es oro puro—murmuro con entusiasmo el llamado sombrerero no la culpen lo acababa de recordar.

5❤️,6❤️,2❤️,A❤️,8♠️,6♠️,4♠️,A♠️,3♦️,2♦️,A♦️,3♣️,5♣️A♣️.

Esas eran sus cartas, dejo de contar sus días desde que encontró a Niragi en su tercer juego de picas.

Sus acompañantes al ver eso también sacaron sus cartas. Ese era su acuerdo cada uno tenía las cartas que ganaron por ley, no había peleas entre ellos.

Niragi empezó a hablar como lo habían dicho antes, tenía todo escrito de lo que le había dicho su mayor así que empezó a dar cada una de las condiciones que tenían.

1. La chica no iba a salir de su habitación más que fuera necesaria y para algunas reuniones.

2. Empezarían a reclutar gente

3. Tener a un grupo llamado los militares estos pondrían La Paz en el lugar

4. Muerte a los traidores

El sombrerero acepto rápidamente poniendo a su amigo Aguni cómo jefe de la nueva organización. Les dio sus pulseras a cada uno 3, 6 y 7, los tres serían militares solo que la mujer en ocasiones especiales.

Luego vinieron todas las ideas para mejorar el lugar. Era su nuevo reino.



















Welcome to Utopia

QUEEN OF BORDERLANDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora