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La chica de rastas se apresuraba a la oficina de la ejecutiva peliblanca, solo la había visto dos veces y eran en los juegos que les tocaban juntas

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La chica de rastas se apresuraba a la oficina de la ejecutiva peliblanca, solo la había visto dos veces y eran en los juegos que les tocaban juntas.

Last boss dijo que ella le hablaba y tenía miedo de cierta forma, aunque no había hecho nada malo y no tenía mucho que había llegado a la playa.

Tocó dos veces y después de un rato se abrió la puerta, Niragi estaba ahí y la veía serio, eso le dió mala espina, sabía que el comportamiento del chico era muy diferente al de ese momento.

— Solo pasa está esperandote

Y obedeció, se veía la piscina desde ese vidrio que no sabía que estaba, todo de blanco con detalles rojos y negros, al fondo estaba ella, la pesadilla de varias personas, sentada mientras respondía un sudoku.

— ¿Qué es lo que necesita usted?—dijo temblorosa

La chica no dijo nada y solo le pasó una caja de palitos de helado y paletas. No entendió, tal vez eran drogas, varios le dijeron que ella las fábrica y las armas ella las trajo.

— Esto….

La contraria solo la señalo.

— ¿Para mi?

Estaba sorprendida, muy sorprendida. La otra solo asintió y con una seña le dijo que saliera.

Niragi la acompaño a la puerta y al final hablo:— Sabe que fumabas solo quiere ayudar.

La forma que lo dijo le sorprendió más, estaba tranquilo, no con su actitud de mierda que intimida a todos.

Solo asintió y se fue, en el camino se encontró a Last boss quien vio los palitos de helado y camino aun más rápido rumbo con la ejecutiva.

Raro y más raro.


















Shuntarō Chishiya, ese era el nombre del rubio que se encontró medio perdido en el lobby una semana después de su día más raro, le dijo que lo subieron a ejecutivo, pero necesitaba una pequeña guía. Sabía que era orgulloso así que no le pregunto y solo lo llevo de aquí para allá.

— Debes tener cuidado con los militares, ponen la tranquilidad aquí, sin pleitos, solo felicidad

El chico asintió mirando perdido a un pasillo que estaban pasando, Kuina siguió avanzando pero se dió cuenta de que no estaba el pequeño chico a su lado.

Volteo nerviosa de que un militar los vieran ya que era el piso de los ejecutivos. Regreso con su nuevo amigo y vio en la misma dirección que el. Era ella. La peliblanca o platinada.

Estaba junto Kyuzuru hablando de algo de ejecutivos.

— ¿Quien es?

La pregunta le sorprendió, creyó que la había visto cuando llegó y fue con el sombrerero.

QUEEN OF BORDERLANDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora