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—  ¿Cómo te fue? ¿Firmó el contrato?

Jimin lo había recibido con una riquísima cena y una hermosa sonrisa, todo era perfecto. A pesar de que Jungkook no había firmado el contrato al instante, se veía muy interesado en algo que DongMin y la empresa podían ofrecerle, así que se sujetaría de esa idea y no lo dejaría escapar tan fácilmente.

Le contó a su esposo todo lo que sucedió, incluso la extraña petición de que Jimin acudiera a su próxima cita.

— ¿Pero yo qué tengo que ver, cariño? Ni siquiera trabajo contigo en la empresa.

— No lo sé, también me ha parecido muy extraño, pero cielo, tienes que venir conmigo, necesito que Jungkook firme ese contrato.

A Jimin eso no le daba buena espina de ninguna forma, mucho menos al recordar la extraña manera en la que Jungkook había hecho contacto físico con él y había arreglado su moño. Sin embargo no mencionó nada y asintió. Quizá, debido a que ellos eran un matrimonio homosexual, Jungkook estaba interesado en saber más de ellos, pues recordaba que el pelinegro les había dado a entender sus preferencias sexuales.

Decidieron abandonar el tema por esa noche, ya habían hablado demasiado sobre eso y Jimin necesitaba centrarse en otras cosas. Aquella noche se fueron temprano a la cama, sin embargo no durmieron hasta muy entrada la madrugada.

                      ~*~

Jimin había estado nervioso la otra noche en la fiesta que ofreció Jungkook, sin embargo aquella vez no se comparaba en nada con el caleidoscopio de emociones que sentía aquella mañana. 

Se encontraba fuera de la empresa principal de Jungkook, J&J, esperando a que DongMin llegara para entrar juntos, pues habían acordado verse ahí. El edificio constaba de varios pisos e incluso desde fuera lucía elegante y sofisticado, justo como recordaba a Jungkook en su memoria.

Si era sincero, le intrigaba bastante el motivo por el que Jungkook había querido que Jimin acudiera en ésta ocasión, pues él no podría aportar nada al contrato y ni siquiera trabajaba para la empresa de DongMin. Sin embargo, había acudido porque su esposo necesitaba a toda costa que Jungkook firmara para los Kang, así que todos harían cualquier cosa que el magnate quisiera para poder tenerlo de su lado.

El carro negro de DongMin atravesó el portal del estacionamiento y encontró un lugar libre cerca de donde él le estaba esperando. No le importó esperar a que el otro bajara del auto y se acercara a él con una sonrisa. Se saludaron con un rápido beso en los labios y caminaron juntos a la entrada giratoria del edificio.

Se dirigieron al elevador y DongMin presionó el botón para el último piso.

— No te preocupes Jimin, todo va a estar bien, leeré el contrato que hizo Jungkook y firmaremos el acuerdo, será rápido.

— Está bien cariño, tómate tu tiempo para leer correctamente el contrato, de todos modos no estoy ocupado luego de esto.

Se dirigieron con la misma señorita de la semana pasada una vez que bajaron del elevador, la mujer los observó detenidamente antes de pedirles que la siguieran y realizar la misma rutina que la semana anterior.

—Señor Jeon, los señores Lee DongMin y Park Jimin están aquí.

La mujer se hizo a un lado y salió de la oficina cerrando las dos puertas. La habitación era tan majestuosa como Jimin la había imaginado. Elegante con las paredes negras y un gran ventanal que se situaba a espaldas de Jungkook, quien estaba sentado en su ancho escritorio terminando de firmar unas hojas en una carpeta. Pronto, Jimin se descubrió a sí mismo pensando que el pelinegro lucía incluso más atractivo que la primera vez que lo vio, pero apartó el pensamiento rápidamente mientras hacía una reverencia que Jungkook correspondió.

Los invitó a tomar asiento en la pequeña salita, la secretaria regresó con dos tazas de café y una de té para Jimin.

— Me alegra ver que has venido ésta vez, Jimin.

Jungkook musitó antes de beber del café, mirándole fijamente a los ojos. Jimin asintió con una media sonrisa.

— DongMin, tengo una copia del contrato elaborado por mí, quiero que le des un rápido vistazo antes de comenzar a hablar de ello.

El pelinegro le extendió una carpeta con la copia, y Jimin observó a DongMin echarle un vistazo página por página.

— Puedo ver que no ha cambiado o añadido gran cosa de la copia que le brindé la semana pasada, es casi lo mismo a excepción por algunos puntos.

El desconcierto en la voz de DongMin puso un poco nervioso a Jimin. Por lo que sabía, su esposo esperaba que Jungkook cambiara todo el contrato a su conveniencia, sin embargo por lo que afirmaba DongMin, seguía siendo casi el mismo que él había propuesto.

—Así es, DongMin. En nuestra reunión anterior te confesé que estaba interesado en algo que sólo tú podías brindarme, sin embargo, eso no puedo ponerlo en ese contrato, por lo que he realizado uno aparte.

Jungkook colocó otra carpeta al lado de las tres tazas sobre la mesa. Se enderezó y recargó contra el sillón, mirando entonces directamente a Jimin.

— Desde que nos presentaron en la fiesta hace unas semanas, debo admitir que quedé maravillado ante la hermosura de Jimin.

El corazón del mencionado se paralizó durante un segundo sólo para comenzar a latir con ferocidad en su cavidad torácica. DongMin se tensó a su lado.

— Debo admitir que sentí una gran decepción al escuchar que era tu esposo, DongMin —Jungkook continuó hablando, mirando en todo momento hacia Jimin — Pero cuando propusiste una reunión de negocios recordé que tu empresa estaba en bancarrota y seguramente tu principal motivo esa noche era establecer un contrato conmigo.

Jimin no podía entender a dónde quería llegar el pelinegro, pero por alguna extraña razón no podía despegar sus ojos de los suyos, mientras le escuchaba hablar.

— Estoy dispuesto a firmar ese contrato y darte externamente una alta suma de dinero, DongMin, a cambio de que me permitas pasar una noche con tu esposo.

—¿Perdón? Me parece que esta es una broma de muy mal gusto, señor Jeon.

La furia contenida en las palabras de su esposo dispararon el pánico por sus venas. ¿Pasar una noche con él? ¿Qué clase de propuesta, no, chantaje era ese? Ese hombre debía estar completamente chiflado, además, acababa de prácticamente decir que pagaría por él ¿Acaso creía que era un prostituto?

— Estoy siendo totalmente serio en estos momentos, DongMin, a parte, a mi forma de ver las cosas, estás desesperado por obtener este contrato, y yo estoy dispuesto a darte lo que sea tú y tu empresa me pidan, a cambio de una noche con tu esposo.

— ¿Y qué si digo que no? No permitiré que use a mi esposo, ¿Se negará a firmar el contrato?

Jungkook asintió, mirando a DongMin, asombrado de que, a éstas alturas, siga manteniendo la educación.

— Está bien, no es el único ser humano capaz de ayudar a la empresa de los Kang, he conocido más conexiones, estoy seguro que si no es usted, otro firmará.

— Yo no estaría tan seguro, DongMin. Piénsalo, están en la ruina, nadie se arriesgaría por una empresa que prácticamente está a punto de dejar de existir.

DongMin rechinó los dientes del coraje, mientras observaba a Jungkook levantarse del sillón.

— Debo salir a atender una junta importante, pero regresaré pronto. Los dejaré para que lean atentamente ambos contratos y charlen entre ustedes sobre qué es lo que quieren hacer.

El pelinegro se encaminó a las puertas y desapareció, cerrando ambas a su espalda y dejando al matrimonio en silencio.



                      🖋🌙💐

Bien, ya lo dijo, así sí, empieza el corto drama, está historia es sumamente corta, y estuve acortando los capítulos para que puedan disfrutar más de ella, pero una vez que esté finalizada si lo desean pueden volverla a leer. Estoy segura que van a insultar a Jungkook por esto.

Propuesta Laboral ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora