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Advertencia: Capítulo con alto contenido sexual.

...

El día que le pedí algo que no necesitaba fué clave.

Como sabía que siempre intentaba ignorarme cuando no se trataba de trabajo, me levanté, me acerqué y mi torso quedó a centímetros de su rostro mientras estaba casi sobre ella pude alcanzar una corchetera de su escritorio.

—¡¿Qué mierda creés que estás haciendo?!

Me sobresalté cuando se levantó y dió un golpe a la mesa una vez que me alejé.

—Te pedí la corchetera pero no escuchaste así que la tomé

Mi voz salió con despreocupación, estaba orgullosa de mí.

—No me refiero a eso

—Entonces no tengo idea de qué hablas

—¿Ah no?

—No

Ví la molestia en su rostro y todo cambió, me sentía intimidada, comenzó a acercarse lentamente por lo que no pude hacer más que retroceder. Terminé acorralada contra la pared. Uno de sus brazos se extendió y su mano quedó al lado de mi cabeza.

Se acercó más y la punta de su nariz quedó sobre mi cuello hizo un lento recorrido con ella hasta llegar a mi oreja, sentí su cálido aliento y cerré los ojos sintiendo como mi piel se erizaba, me estremecía y mi corazón casi se salía por mi pecho ante lo que había hecho y por escucharla susurrar.

-—Si quieres jugar. Yo también sé como hacerlo — Siguió el recorrido por mi mandíbula y cuando sus labios casi estuvieron sobre los míos volvió a hablar — ¿Eso es lo que quieres?

¿Debía hacerme la desentendida o continuar? Definitivamente iba a arriesgarme ahora que sabía que mi plan estaba funcionando. Bajé la mirada a sus labios y hablé.

—Tal vez es lo que quiero

Así que mi lengua se deslizó por su labio inferior el cual luego tomé con mis dientes, lo atraje hasta mí y lo succioné, ella iba a continuar pero no se lo dejaría tan fácil, quería que enloqueciera por completo, la empujé y volví a mi asiento para fingir que nada había pasado.

Esa tarde los latidos de mi corazón no se tranquilizaron y mi temperatura corporal no bajó.

...

—Así que después de hacerse la difícil al fin hizo un movimiento

—Estoy haciendo las cosas mal

Y de pronto mi moral o mi consciencia o lo que sea, me hacía sentir culpable.

—Pingüina ya es tarde para volver atrás

—Puede ser la tipa más desagradable del mundo pero no merece eso

—Solo disfrútalo, no me digas que vas a quejarte por tener casi a tus pies a semejante monumento

—No hables así de ella, sigue siendo una persona

—Lo que digas... ¿Cómo vas a continuar?

—Creo que veré sus próximas acciones, tal vez actúe como si no hubiese pasado nada, en ese caso tendría que hacer algo más sugerente

—Imposible, ya mordió el anzuelo, si haces algo como eso conmigo me vuelvo loca

Rodé los ojos, tal vez me acercaba a la estúpida chica pero cada vez me alejaba más de Nayeon.

—Ya he hecho eso contigo

—Jajaja no te pongas seria, me refiero a que si estuviera en su lugar

...

¿Sun? - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora