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Advertencia: me equivoqué, aquí hay un poco de contenido explícito lol.

...

Pov Chaeyoung:

No dejaba de preguntarme qué estaba haciendo. No se suponía que volviera ni siquiera a besarla pero ahí estaba mi lengua jugando con la suya. En realidad, deseé besarla y tocarla toda la semana porque hacerla enojar y ver su expresión, había dejado de ser gratificante ahora me hacía sentir caliente. De hecho tuve que escaparme a un club el lunes y el miércoles para conseguir a alguien y bajar mi temperatura pero no fué suficiente porque esas personas no eran ella.

Entonces así comenzó todo.

Estuvimos por todo un mes de esa forma, la ignoraba y la sacaba de quicio 4 días a la semana y tenía sexo salvaje con ella cada viernes. Sin embargo, cada vez quería y necesitaba más, nunca era suficiente, así que no resistía pasar 6 días sin ella.

Y de esa forma llegamos a un segundo mes en donde comenzamos a pasar juntar los miércoles también.

Pero pronto mandé todo al carajo y ya no importaba, nos buscábamos mutuamente y lo hacíamos cualquier día a cualquier hora y prácticamente en cualquier lugar.

Incluso empecé a comunicarme por códigos para generar una especie de complicidad, ni siquiera me preocupé por lo tonto que podía ser eso.

Por ejemplo el primer día en que le comunique mis ganas de follar con ella, solo me levanté y le dejé una nota en su escritorio con el código "53X" ví su cara de confusión y lo supe, ella era tan millennial y yo tan generación Z.

No pude hacer más que burlarme mentalmente y controlar la estúpida ternura que me causó ver su expresión. Desde el baño le mandé un mensaje a su celular (sí, fué inevitable terminar agendando su número) le expliqué a qué me refería, unos segundos después llegó y mi beso se unió a su sonrisa. Podía decir que eso casi me parecía bello.

Desde entonces "53X" (sex) "LH6" (Let's have sex) y "CU46" (See You for sex) era el resumen de nuestros mensajes. Aunque ya no podía entender, a estas alturas en el pasado ya me habría aburrido por completo, porque antes disfrutaba del sexo pero ahora era adicta y no se debía a solo a la acción y al placer. Todo era debido a la mismísima Myoui Mina, como si se hubiera transformado en mi droga personal, me volví adicta a Mina.

Yo ya no era ni tan exigente ni tan hostil y ella parecía no odiarme tanto como sentía que lo hacía al principio y ni siquiera por eso estaba intentando manipularla.

Sin poder evitarlo, me estaba acercando y es que ahora cualquier cosa que hiciera me atraía. Su expresión de concentración, de felicidad, de confusión, de diversión, su forma de caminar, su forma de moverse, como su actitud pasiva podía cambiar a una dominante en segundos. Era tan jodidamente atractiva, sexy, sensual, inteligente, hermosa y detestaba reconocerlo pero ella era perfecta.

En una palabra. Ella era: arte.

Aunque básicamente pasábamos la mayoría del tiempo teniendo sexo, en los momentos en que no lo hacíamos empecé conocerla. Así supe que provenía de Japón y cuando era niña bailaba ballet, que le encantaban las técnicas y cosas análogas, así como ilustrar, escribir, leer y fotografíar, o que  incluso preferiría los cd's, cassettes y vinilos antes que las plataformas digitales, que amaba el ketchup, los pingüinos, los videojuegos, los legos y estaba de cumpleaños el 24 de marzo.

¿Si pretendía que fuera información irrelevante por qué la guardaba con tanto detalle en mi mente?

Y sí, también se le escapó que era bisexual y algo que no me gustó en lo absoluto, dijo que estaba enamorada de Nayeon. ¿Por qué tanto interés por conocerla en profundidad? No me importaba conocer a la gente y ¿Por qué sentir celos? Si lo que ella y yo teníamos era solo sexo.

Pero, ese día que me enteré de lo de la idiota de Im, llegó la inspiración, y después de pasar mucho tiempo sin haber pintado, me dediqué a hacer una obra surrealista. Las horas pasaron y llegó el amanecer, está demás decir que no pude dormir y ni siquiera dándome una ducha relajante pude lidiar con sentimiento invasivo e incómodo.

Seguí pensando en Mina y empecé a dudar sobre la coherencia de las cosas.

Si ella ahora pasaba casi todo el tiempo conmigo ¿Podía hacerla olvidar a Nayeon? Me enfadé por pensar en eso, por seguir deseandola, por estar sintiendo algo que no quería sentir, incluso si me alejaba ahora ya no había vuelta atrás. En realidad no podría alejarme.

Cómo una tonta, terminé tocando la puerta de su departamento y atacando sus labios, la desnudé como siempre, rápido y sin ser delicada y ella hizo lo mismo conmigo. Sus manos en mi cabello y la sensación de su piel desnuda contra la mía me habían hecho perder la cordura en cuestión de segundos, y como ya sabía perfectamente el camino hasta su habitación, la llevé rápido, casi con desesperación.

Caímos a la cama y no pude evitar pensar nuevamente en tonterías. Si Nayeon tenía la posibilidad de tenerla de la misma manera ¿Mina pensaría en ella cuando yo la hacía mía? nunca la escuché decir su nombre, siempre se escapaba el mío, al menos podía tener su cuerpo y quería convencerme de que era lo único que me importaba.

Mientras el roce de su intimidad con la mía se hacía más constante sentía que me volvía torpe al no poder concentrarme, era bueno que ella estuviera teniendo el control pero no podía sentirme como siempre, debería estar enojada pero me sentía triste y al darme cuenta de eso pues fuí una idiota y efectivamente me enojé.

La atraje hasta mí, bajé hasta su centro, recorrí cada pliegue, sentí su textura y disfruté de su sabor. Era imposible que Nayeon la hiciera gemir como lo estaba haciendo en ese momento por mis acciones.

Se inclinó, extendió uno de sus brazos y me penetró con dos de sus dedos sin aviso para moverlos a la velocidad que su excitación se lo permitia. Unos segundos después imitó mi acción y su boca quedó sobre mi zona íntima al igual que como está yo.

Debía dejar de torturarme y fluir. Que se jodiera Nayeon. Solo quería hacer una de mis cosas favoritas, recorrer sus muslos con mis manos, apretar su trasero y azotarlo. Sabía que ella lo disfrutaba tanto como yo debido a que siempre decía un "Mierda Chaeyoung" cargado de lujuria.

Sin cambiar totalmente de posición nos pusimos de lado, de esa manera, nuestros dedos tenían mayor facilidad para estimular y penetrar.

...

Había perdido la cuenta de los orgasmos que tuvimos desde la mañana hasta esa tarde. Estaba muy relajada y cansada, por lo mismo tenía demasiado sueño sumándole a que no había dormido la noche anterior.

Y mientras sus besos seguían llegando a mi cuello combinándose con su dulce risa, solo pude cerrar los ojos, sonreír y aferrarme a su cintura.

¿Por qué se sentía tan bien tenerla a mi lado?

¿Sun? - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora