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Advertencia: Capítulo con alto contenido sexual explícito.

...

Luego de estar el resto de horas coqueteando con ella, la jornada laboral terminó. Antes de que me fuera ella solo dejó un post it en mi escritorio y se fué guiñándome el ojo, seguido pude ver su silueta alejándose y el movimiento de sus caderas al caminar. Ese pequeño instante logró que mi cuerpo reaccionara de alguna forma extraña, tanto que me hizo preguntarme si fué ¿excitación?, ¿nervios?, ¿deseo?, ¿locura?.

Dejé de divagar y ví la pequeña nota que tenía escrito un número de teléfono y una dirección que asumí que era claramente su información. No pude evitar sonreír pensando en que tal vez la tarde sería interesante.

Fuí primero a mi casa a darme una ducha y a cambiar mi ropa, además, quería hacer parecer que estaba desinteresada, aún cuando después de todo terminé estacionando mi Volkswagen Beetle a las afueras de unos departamentos.

No necesitaba pensar, ante Myoui Mina era mejor solo actuar, por esa razón, seguí adelante, pregunté en la recepción por ella y pronto me indicaron el número de un departamento.

Fué extraño que solo me dejaran pasar pero no iba a cuestionarme algo tan insignificante.

Subí al piso 9 y caminé hasta el departamento 29. Cuando me abrió la puerta parecía sorprendida, tal vez no se esperaba que llegara de verdad y verla con el pelo húmedo y tan solo con una camiseta unas tallas más grandes que le llegaba hasta la mitad de los muslos subió mi temperatura en tiempo record.

No me demoré en entrar ni ella en cerrar la puerta, ni siquiera le dí tiempo para decirme una palabra porque la acorrale contra la puerta y ataqué su cuello en segundos.

Pensé en vengarme, pero cualquier cosa podía pasar. Subí a sus labios, mi lengua pasó lento por su labio inferior, lo mordí y succioné para luego invadir su cavidad bucal y recorrer cada centímetro que me fué posible.

Mis manos recorrieron sus curvas, además de ser sexy era irresistible en demasía, por eso estaba dispuesta a disfrutar de ella por completo y haría algo que deseaba hacer desde la primera vez que llegamos a lo sexual, la probaría y la haría mía hasta aburrirme.

Seguí mi recorrido para tomarla por la parte trasera de los muslos, ella enrolló sus piernas alrededor de mis caderas y sus brazos por mi cuello. Nos besamos un poco más de una forma salvaje, pero al parecer el deseo seguía en aumento ya que más pronto de lo que creí me indicó con dificultad hacia donde debía caminar para llegar hasta su habitación.

Estaba en lo correcto, ya era algo desenfrenado, ella se bajó y comenzó a desnudarme sin ningún tipo de sutileza a la vez que besaba fragmentos de mi piel.

Nunca imaginé que llegaría a disfrutar tan solo por esas pequeñas acciones. Me atonté un poco pero luego no resistí el impulso de quitarle la única prenda que tenía, sin embargo, ella seguía dominando la situación y con rapidez me llevó a caer sobre la cama de la habitación. Nuestros pechos tuvieron contacto, mi exitación creció con el roce y la combinación de sus jadeos con los míos elevaron aún más la temperatura.

Cada una hacia algo diferente pero que se complementaba a la perfección, al tenerla sobre mí, aproveché de apretar y azotar su trasero mientras sus labios junto a su lengua recorrían mi clavícula.

Se acomodó para quedar sentada sobre mi vientre, su brazo fue atrás de su espalda y su mano se acercó hasta que sus dedos comenzaron a acariciar mi zona íntima aumentando mi humedad y sin aviso me penetró con dos dedos, comenzando a moverlos lento.

Probablemente quería enseñarme lo que podía hacer y realmente lo estaba disfrutando pero no la dejaría hacerme lo mismo que la primera vez. O sea obviamente no podía escapar de su departamento pero si podía jugar conmigo y dejarme con las ganas.

Con un movimiento, quedé sobre ella, tampoco la dejaría arruinar mi plan que consistía simplemente en complacerla tal vez de la mejor forma que alguien lo haya hecho.

¿Lo merecía?

Tal vez no, pero anhelaba tenerla en la palma de mi mano suplicando por más, quería ver como mordía su labio inferior para evitar soltar gemidos tan altos, quería sentir como se estremecía bajo mi cuerpo y quería que la lujuria y el placer se apoderaran de su ser.

Bajé por su cuello hasta su esternón con un camino de besos húmedos, para ir directo a lamer y succionar uno de sus duros pezones mientras mi mano masajeaba el otro, repetí la acción pero con el otro. Disfruté de su vientre plano, flexione y abrí sus piernas para que por fin mi lengua tuviera contacto con su centro, jugué con su punto más sensible, pasé por sus pliegues y me introduje en ella.

Escuché sus maldiciones entre jadeos y gemidos, no iba a hacer todo el trabajo con mi boca a pesar de que su afrodisíaco sabor era espectacular y tal vez ya tendría la oportunidad de disfrutarla más. Me separé y comencé a penetrarla, mis dedos se deslizaban llegando profundo mientras que su respiración se agitaba cada vez más.

En realidad no la escuché suplicar porque al parecer le dí todo lo que quería, pero bastó con escuchar su voz y mi nombre siendo pronunciado.

Solo unos segundos más fueron necesarios para que llegara al orgasmo, su espalda se curvo, cerró los ojos con fuerza y sus manos se aferraron a las sábanas, sin embargo no fué suficiente para ella.

¿De verdad alguien podía llegar a ser tan insaciable? Ni siquiera por estar sumamente agitada se detuvo, en realidad su intención de tomar el control de la situación se volvió evidente y tal vez me rendí ante ella pero solo un poco.

Se abalanzó y me besó de una forma desesperada mientras sus manos masajeaban mis pechos. Pronto sus manos bajaron a mi vientre e hicieron un camino hasta acariciar mi cintura, deslizarse por mis caderas y llegar hasta mí trasero para apretarlo.

Se acostó y pensé que por fin se había cansado pero sin mucha sutileza guío mis movimientos, mis piernas quedaron al rededor de su cabeza permitiéndole hacer lo que quisiera con cada zona de mi feminidad.

Probablemente perdí la cordura o probablemente no lo hice, prefería quedarme con la segunda opción antes de aceptar que todo lo que sucedía estaba siendo mejor de lo que pude imaginar.

Así siguió la noche con una infinidad de otras acciones, ni siquiera recuerdo en qué momento la tranquilidad llegó y ella se quedó dormida.

Había sido la noche más salvaje que había tenido sin duda, la primera vez que tuve tanto sexo con una persona y de una pasada. Y ahí estaba yo, a su lado, envuelta en una sensación inexplicable. Decidí creer que solo seguía sumida en mis pensamientos sobre... Ella.

Maldición...

Conocí y probé cada parte que me fué posible de su cuerpo, después de esto podría sentirme aburrida pero aunque me costaba reconocerlo, ella era adictiva, todo lo que me hacía sentir, la forma en la que me tocaba y probaba también lo eran.

Quería volver a repetir algo como aquello pero no podía. Yo era así, cada vez que vivía una experiencia deseaba una nueva, sin volver a lo anterior por mucho que me gustara.

Solo había una excepción, el arte, pintar sobre lienzos o dibujar en libretas, sentir el olor de los acrílicos o el óleo, ver como reaccionaban las acuarelas o la tinta china con el agua. Incluso disfrutaba las manchas del grafito o de la tinta de un bolígrafo en mis manos.

Así que supuse que mi encantamiento con ella era algo del momento y aunque hice todo menos hacerla suplicar ya no me importaba. Había logrado tenerla y ni siquiera tuve que manipularla para lograrlo.

Fué una experiencia increíble pero ya había tomado la decisión. Ya nada volvería a suceder entre ella y yo.


...

Calmacion dnkdnf mushio smut, si no me equivoco este es el último capítulo explícito, pero no me abandonen la historia no será larga, de hecho no quedan tantos capítulos por delante.

Bueno, gracias por leer!

¿Sun? - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora