AMOR DE SIEMPRE||Dibu Martinez

EXTRA

Bueeeno hola gente, hace unos dias escribi este extra de como seria la vida de Cata, Emi y Luz, espero que les guste.

Mar del plata, Argentina

—Dale mamá, dejame salir con Lea, que te cuesta?—

—Luz, esta durmiendo tu mamá, cuando se despierte le preguntas de nuevo, esta cansada hija—

—Pero Pa, faltan dos horas para que me venga a buscar y mami todavia no me deja—

—Volve en media hora Luz, esta cansada tu mamá—

La adolescencia de nuestra hija esta costando más de lo normal y más porque ninguno de los dos sabe decirle que no, hace meses que Luz esta conociendo a Leandro, el hijo de uno de mis mejores amigos, a Cata no le gusta mucho la idea porque Luz solo tiene 17 años pero a veces exagera un poco.

—Gorda..Lu..despertate—

—Que pasa Emi?, tengo sueño gordo—

—Decime que le digo a Luz, esta esperando hace rato que te despiertes, esta por llorar amor, dejala ir—

—A donde va?—

—Van a tomar helado en la playa—

—A que hora va a volver?—

—A las siete ya va a estar aca me dijo—

—Llamala—

—Elena, veni hija!—

—Que pasa pa? se desperto mami?—

—A las siete en punto te quiero aca y que te acompañe hasta la puerta, cuidate y ojo con lo que haces hija—

—Gracias mami, si, quedate tranquila—

—Elena!..te amo hija, disfruta—

—Los amo—

Me cuesta mucho que Luz desplegue sus alitas, siempre la voy a ver como mi nenita chiquita, mi Luz eterna, Emiliano la apaña en todo, cumple todos sus caprichos y casi siempre soy yo la que tiene que ponerse firme, Luz no me da ni una queja, ni un disgusto, es excelente estudiante y siempre me ayuda en todo, la verdad es igual a mi, todo, como se comporta, su personalidad, no hay manera que no me conmueva cada vez que habla para dar su opinión o para enojarse, es única.

Hace unos años decidimos mudarnos definitivamente a Mar del plata, despues de que Emi se retirara en el rojo, el club de sus amores, decidimos asentarnos aca al menos por unos años, yo en cambio estoy trabajando muchisimo, soy la fotógrafa más buscada de toda la costa, tengo 4 estudios fotográfico al rededor de la costa argentina y uno en Buenos Aires, la vida nos trato mal pero hoy en dia tenemos la recompensa que tanto deseamos.

La familia que construimos es hermosa y a pesar de que quisimos tener más hijos no fue posible, Luz fue como un milagro, el milagro de la copa del mundo.

—Lu, por que te cuesta tanto que Luz salga con Lea?, es un buen pibe y se conocen desde chicos—

—Porque me da miedo Emi, no quiero que le rompan el corazón, seria capaz de matarlo—

—Es algo por lo que tiene que pasar al fin y al cabo amor, algún dia van a tener que romperle el corazón a nuestra hija, asi como te rompieron el corazón a vos y como me lo rompieron a mi, tenes que dejarla ser más, no sabes como te mira gorda, tiene un miedo de decepcionarte—

—Por más que ella me decepcione yo nunca voy a dejar de amarla, ella es mi gran amor, yo se que es una adolescente y los adolescentes se enamoran y les rompen el corazón pero no se si podria soportar ver a mi hija llorar—

—Deja de ser dramatica Lucia, levantate, vamos a preparar una cena y vamos a invitar a Leandro, dale, levantate gorda—

—Emiliano, es muy chiquita todavia—

—Acordate lo que estabas haciendo vos a los 17, en la playa, acordate, a ver—

—Emiliano!, ni se te ocurra pensar eso—

—Bueno, preferis que lo haga en su casa o en la playa?—

—Dios, dale, camina—

—Te acordas lo bien que la pasabamos en la playa? mamita, con una mantita haciamos desastre— dijo Emiliano tomando por la espalda a Lucia y susurrandole en el oído

—Me haces poner colorada, eras mas cagon vos, yo te tenia que apurar, "ay no, no, nos va a ver alguien" cagon—

—Shh callate porque me vas a hacer hablar y no te la vas a bancar—

—Anda si sos mas cagon—

Ambos estaban en la cocina de su casa, esa casa que Gustavo le habia regalado a Cata cuando cumplió los 18 años, esa casa que ella años despues remodelo y que hace años volvio a remodelar, esa casa que era su casa, la casa de donde se habian ido y vuelto tantas veces que la puerta estaba cansada de abrir y cerrarse.

—Anda a abrir, ahi llegaron—

—Por que yo?— respondió ella con mala gana

—Lucia..— le dijo el

—Hola amor, pasa, para, para, no te vayas, no queres quedarte a comer?— dijo ella en cuanto abrió la puerta y vio a su hija con su amigo.

—No es mucha molestia señora? no lo tiene que hacer por compromiso eh—

—Pero pasa por favor, antes que me arrepienta— dijo ella mientras empujaba al chico de tambien 17 años para adentro, ambos Martinez estaban cuchicheando y riéndose en la cocina.

—Toma asiento, queres algo de tomar?—

—Lo que tome Luz esta bien señora—

—Decime Lucia, no soy tan vieja—

—Como estas Lea? tu viejo bien?— hablo el hombre mientras les extendia unos vasos con jugo a los adolescentes.

—Todo bien Emi, ahi quedo en casa con mi vieja—

—Y? la pasaron bien en la playa? de que gusto tomaron el helado?— volvio a hablar ella mientras volvia a la cocina para verificar que las papas no se estén pasando.

—Ehh de frutilla— dijo el muchacho entre dudas

—De chocolate..de frutilla y chocolate— dijo Luz mientras se reía nerviosamente, Catalina cerro sus ojos y con paciencia se dio vuelta, vio a esos dos muchachos mirandose tímidamente y a su marido con una sonrisa picara como diciendo "te lo dije".

—Que intenciones tenes con mi hija? por que deberiamos confiar en vos?— hablo la mujer mientras apoyaba sus codos en la isla que separaba el livin de la cocina.

—Yo a Luz la amo, me encanta pasar tiempo con ella, me gusta desde siempre, amo ir a la playa con ella, siento que es nuestro lugar..yo jamas haria algo para lastimarla, me encanta todo de ella, sus chistes malos, su mal humor, ese lunar que tiene al costado de la oreja, perdón señora si me estoy pasando y piensa que soy demasiado chico para pensar estas cosas pero es lo que siento—

En ese momento Lucia y Emiliano se miraron y se dieron cuenta que por más que no quisieran que su hija este con el, iba a ser imposible separarlos, porque en ellos se veían, Lucia veia en Luz el entusiasmo y el brillo que tenia ella cuando lo veia a Emi y Emi veia en Leandro el amor y la tranquilidad que tenia el cuando la veia a Lucia.

—Y bueno, no habra otra que aceptarte pero una cosita te dejo bien en claro, ni se te ocurra ser jugador de futbol!—