Angel lloraba sin mirar dónde se encontraba. Seguramente al desmayarse le habían llevado a algún lugar y lo habrían violado dejándolo tirado en algún motel. No quería ver dónde estaba, sentía que estaba en una cama y alguien le hablaba, por lo tanto se hizo la idea de que uno de sus secuestradores se encontraba con él.
— Tranquilo, estás a salvo — Dijo Aki poniendo su mano en el hombro del pelirrojo.
Angel no dudó y golpeó aquella mano que sólo intentaba consolarlo.
— ¡No me toques! ¡Asqueroso! — Gritó llorando aún más fuerte.
— No te tocaré, pero por favor abre tus ojos. Estás en un hospital. No tengas miedo.
Angel poco a poco abrió sus ojos y comprobó que lo que le dijo aquella voz era verdad.
Dirigió su mirada a quién le hablaba y vió que era el mismo a quién le había bailado esa noche.— ¿Tu estabas con ellos? ¿Intentabas hacerme lo mismo? — Pregunto con asco Angel, no recordaba los rostros de sus agresores y quería sacarse la duda.
— No, yo llamé a la policía y se los llevaron. Te traje aquí para atenderte, soy Médico. Me llamo Aki Hayakawa. Y antes de que te asustes déjame decirte que ellos no alcanzaron a hacerte nada, logré ayudarte a tiempo. — Se presentó apurado para que Angel no entrara en pánico nuevamente.
Angel se miró las muñecas marcadas, aún llevaba guantes pero eso no le hacía sentir mejor. Rápidamente bajó de la camilla como pudo y se puso a vomitar en el suelo. Le enfermaba estar en una cama ajena sin saber quién había estado antes, estar marcado por toques ajenos le daba asco y se sentía totalmente sucio.
Aki intentó ayudarle acercándose para tomarle el cabello pero solo recibió un gran golpe de parte del pelirrojo quién lo estaba alejando mientras vomitaba sin parar.
El médico sabía que eso era algún tipo de autodefensa, seguramente por lo sucedido. Cuando el pelirrojo terminó de expulsar aquel asqueroso vómito preguntó inmediatamente si ya podía ir a su casa, en donde se sentiría mejor luego de lavarse los dientes cinco veces, bañarse tres veces y limpiar su casa.
Aki quiso negarse pero el estado del pelirrojo era alarmante. Se notaba muy ansioso estando en el hospital.
— ¡Qué me quiero ir mierda! ¡Seguro este lugar está infestado de asquerosos gérmenes! ¡Me enferma estar aquí! — Gritó al borde de las lágrimas — Sólo quiero ir a mí casa donde luego de bañarme me sentiré mejor — Rogó nuevamente.
— ¿Pero qué pasa con tus agresores? ¿No quieres saber qué les pasó? ¿No quieres curar tus heridas?
— ¡Por mí que se mueran esos tres! Ya me las arreglaré yo solo para curar mis heridas ¡Estoy acostumbrado a sanar solo, así que dejame y no me ayudes!
Definitivamente actuaba raro, pensó Aki y decidió que lo mejor sería acceder a su petición.
— Está bien, te llamaré un taxi, yo lo pago. — Se ofreció el pelinegro.
— Que puto asco, prefiero ir caminando. Agradecería si me dieras una mascarilla y un par nuevo de guantes mejor. — Dijo asqueado Angel.
Aki miró aún mas extraño al muchacho, era una petición extraña, le regaló una mascarilla y un par de guantes azules, no importaría ya que habían de sobra en el hospital.
— ¿Tienes algún tipo de problema? ¿Sufres alguna condición médica? — Se animó a preguntar el pelinegro.
— Si, tengo TOC — Dijo pasando una de sus manos con nuevos guantes por su frente demostrando que estaba irritado.
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Puedes Tocarme
FanfictionAngel es un chico que padece Transtorno Obsesivo Compulsivo de manera en la que no deja que nadie lo toque. Pero todo comienza a cambiar cuando conoce a Aki Hayakawa. ~Los demonios no existen en este fanfic. ~Angel es bailarin de pole dance. ~Conte...