La familia de Harry

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Harry estaba mirando a Draco simplemente admirandolo mientras hacía algo tan mundano cómo leer un libro, como aveces fruncia el ceño o apenas sonrisa, sus ojos grises eran un gris claro aveces podían confundirse con celeste pero prestando atención uno de ellos era algo más pálido que el otro, eran aveces casi blancos incluso. Su cabello siempre peinado, pero completamente sedoso, fino, suave. Su piel con tres lunares cerca de el cuello, absolutamente hermoso.

No podía para de comprar a el Draco que estaba conociendo con el que conocía realmente, este por ejemplo parecía muchísimo más abierto y confiado con él, amoroso con sus hijos, una faceta completamente nueva sin dudas.

El Draco que conocía no era ni remotamente de esa forma cuando lo veía y era exclusivamente por Teddy lo miraba con desagrado cómo si su sola presencia le molestará, lo hacía hasta donde sabía. En público siempre se lo encontraba coqueteando con alguien, era una persona a sus ojos fría nada parecido a el esposo cálido y dulce que estaba ante él ¿Cuál sería el verdadero? Quizás ninguno de los dos, entonces lo notó realmente no conocía a Draco Malfoy, sí sabía bien que tenía un problema muy serio con los dulces, que adoraba volar en escoba, era el mejor oclumante que había visto hasta el momento, que tenía un ligero toc con la limpieza y el orden, que su color favorito era el verde, que era leal a sus amigos por completo, muchos de sus hábitos en la adolescencia, conocía sus expresiones cuándo hablaba de algo que le emocionaba, sabía bien cuando algo le interesaba y cuando simplemente estabas siendo cortes, pero había más en el mucho más que lo que dejaba ver.

Podía decir que sí miraba a su pasado quizás la mitad de su vida había estado dando vueltas a su alrededor como un insecto que se sentía atraído hacía la luz y también podía decir que cada momento que estaba cerca suyo sentía que estaba más enamorado.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando algo derrepente parecía estar mal, se sintió mareado y tenía una sensación de que todo estaba temblando.

-Harry estás bien?- Draco había corrido hasta donde estaba mirándolo con preocupación, entonces empezó a volverse borroso. No no estaba listo para irse -Harry, Harry respondé!- grito.

Entonces todo se volvió negro y volvió a escuchar esa misma frase -Harry! Responde!- pero está vez no era Draco quien la decía si no Hermione, tenía el cabello más largó y ojeras más pronunciadas, trato de moverse pero no puedo la cabeza lo estaba matando.

-Eres estúpido o qué!?- le gritó alterada cosa que no ayudo con el dolor -Sabes cuánto nos costó sacarte de ahí? - entonces se arrojo sobre él estaba sobre el suelo justo en frente de la puerta amarilla y con unas enormes ganas de volver a meterse por esa puerta pero claramente Hermione se encargaría de que eso no volviera a suceder.

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Bueno acá hay un capítulo más y siento que podría haber desarrollado muchísimo más  a Draco y a Harry en esta fantasía digamos pero la verdad me interesa mucho más que vuelva a su vida normal y trate de conquistar a el Draco real.