#17

844 82 9
                                    

Sanemi me queda mirando, sentí como mis mejillas se ponían más rojas que el fuego, pero no perdí la compostura

T/n: ¿Qué estás diciendo?

Anzu: ahora me acuerdo de ti, me encantó tu outfit de esa noche, pero también me di cuenta que estabas pendiente de nosotros

Sanemi: no, imposible

Anzu: es verdad… a ella le gustas

Sanemi: ¿t/n?

T/n: En serio quieres tener problemas el primer día acá

Anzu: ¿Yo? No, por favor no le diga nada al director

Sanemi: ella es la directora

Anzu: ¿En serio? Yo pensé que era maestra, lo siento

T/n: entonces no digas tonterías, en ese entonces yo tenía novio ¿Por qué me iba a estar fijando en lo que hacían ustedes? Y como les dije, no sé en qué quedaron esa noche, pero si tienen una relación guarden las apariencias en la academia y no se andén besando acá dentro.

Sanemi: nosotros no tenemos nada, ese día solo fue… no fue nada

Anzu: ¡Auch!

Sanemi: lo siento, no puedo tener nada contigo ni aquí ni afuera de la academia, eres mi estudiante, además eres muy pequeña para mí, en la fiesta me dijiste que eras mayor

Anzu: ¿Qué problema hay con la edad?

Sanemi: pues yo la tengo, t/n ¿Querías hablar conmigo?

T/n: si, pero… -miré a Anzu- puede ser otro día

Sanemi: si es algo importante podemos conversar mientras vamos al estacionamiento

T/n: me parece bien

Sanemi: ok, vamos, adiós Anzu, nos vemos mañana

Anzu: adiós

Ambos salimos de la sala y caminamos, pero el me detiene y me toma la cara

Sanemi: tu rostro está mucho mejor

Mierda, ¿por qué él me hacía sentir esto? tan solo con el roce de sus dedos en mi cara provocaba que mi corazón saltará tan fuerte que no podía escuchar nada más al rededor-

T/n: si, ya estoy bien -saca su mano de mi rostro y retomamos el rumbo-

Sanemi: me alegro mucho, genya ha estado muy preocupado por ti

T/n: ¿En serio? Yo te venía a preguntar por él ¿Cómo está?

Sanemi: se ha sentido un poco culpable por lo que pasó, le dije que fuéramos a verte un día para que pudiera hablar contigo pero no quiso

T/n: tuvieron que haber ido

Sanemi: pero aún te podemos invitar a cenar un día

T/n: si, puede ser una buena idea

Sanemi: gracias por defender a mi hermano, el es muy reservado, habla muy poco de sus problemas y me alegro que cuando decidió contarle sus cosas a alguien confío en la persona correcta, en ti

T/n: jamás dejaría que le hicieran algo, a ningún estudiante

Sanemi: Lo sé… emmm ¿Te puedo hacer una pregunta?

T/n: si, claro

Sanemi: ¿Lo que dijo Anzu es verdad? Yo… ¿Te gusto?

Mi corazón saltó muy fuerte

T/n: ¿Crees que tengo cabeza para pensar en eso ahora? -no lo pensé, solo dije estás palabras-

Sanemi: si, lo siento, tienes razón

Seguimos caminando en silencio hasta el estacionamiento y llegamos a mi vehículo

T/n: nos vemos mañana

Sanemi: si, nos vemos -me da un beso en la mejilla- estamos hablando para ver lo de la cena

T/n: claro

Me fui arrepentida de no haber hablado con la verdad, el me gustaba, mucho, pero no sabía si era buena idea empezar algo con él cuando mi relación con Douma terminó tan mal, además Sanemi es frío conmigo en la academia, me regala una que otra sonrisa pero nada más, ese interés que había mostrado hacia mi en un principio se fue totalmente y ya no sabía qué hacer y esto me estaba molestando más de lo que me gustaría, no dejaba de pensar en Sanemi y verlo con Anzu en la academia me daban muchos celos, Himejima se dió cuenta pero no me decía nada y así pasaron dos semanas y mi cabeza ya no me daba más de tanto pensar en el

*Día sábado*

Estaba en mi departamento y decidí ir a un bar sola, tomé un taxi, iba a beber para despejar mi cabeza, pensé en llamar a Uzui pero la verdad es que quería beber tranquilamente y no hacer un desmadre así que fui sola, aunque pensándolo bien, hubiera Sido mejor llamarlo, por qué se me pasaron las copas…

T/n: ¡mierda! -me senté de un golpe y mire a mi alrededor- ¿dónde estoy?

No reconocí la habitación en dónde estaba, ni siquiera sabía cómo había llegado acá, yo estaba tranquila en un bar y ahora estoy en la habitación de alguien y el dolor de cabeza me estaba matando, me miré, estaba en ropa intima, la angustia se empezó a apoderar de mí y recogí mi ropa que estaba tirada en el suelo y me vestí rápidamente para poder salir, miré por la ventana, estaba en un segundo piso y trataba de recordar con que tipo me había ido la noche anterior pero nada y fue cuando ví una fotografía en una mesita y la tomé

T/n: ¡pero que diablos!...

Sanemi: ¡oh! Por fin despiertas -Estaba en la puerta de la habitación- ¿Tienes hambre?

______________________________________

desde aquella noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora