IRREVERSIBLE+18 [ COMPLETO ] - En Edición

CAPITULO 1

Lunes 29 de Enero de 2021, las 11:20 de la mañana

ovejitas, gatitos bebés y...

-Shylaaaaaaaaa!

El grito mi madre me hace levantar de golpe y que vaya corriendo al lugar de donde provenía la voz, en este caso la cocina.

-¡Mamá!, que paso? - cuestiono preocupada y entro a la cocina casi derrapando

mi voz pierde su fuerza y volumen al ver a la mujer que me trajo al mundo, completamente normal y preparando algo en la estufa.

- Llevo como 3 veces llamándote, ya son las 10 de la mañana, asi que apúrate.

miro el reloj junto a la entrada de la cocina y veo que son las 9:10 am.

No espero más y corro hacia la ducha, normalmente las clases empiezan a las 10:30, así que me queda algo de tiempo.

Tal y como lo dijo mi madre, el día de hoy nuevamente me toca ir a la universidad y no es que me queje, realmente me gusta ir a clases, pero el tener que levantarme diariamente a las 8 de la mañana es realmente sofocante. Mi vida siempre ha dependido de la señora que yacía en la cocina. Mi madre me ha criado y mantenido desde los 3 años, que fue cuando el hombre que se hace llamar mi padre, decidió irse con su otra mujer.

Actualmente tengo 22 años, llevo 4 años en la Universidad y sin presumir puedo decir que me va muy bien.

por suerte he sido una de las personas que ha tenido la posibilidad de elegir su carrera y poder mantenerse todos los años de semestre que se van en los años de estudios.

Nunca hemos sido adineradas, pero tenemos lo justo y necesario para poder vivir cómodamente; con respecto a la universidad, no ha sido tan complicado.
Mi trabajo de medio tiempo y con la ayuda de mi mamá, es suficiente para poder completar mis estudios.

Pasando por la cocina, le doy un beso a mi mamá y me tomo el jugo de limón que estaba sobre el mesón; salgo casi volando de la casa alcanzando en el camino las llaves de la motocicleta antigua de mamá.

No suelo ser la chica metalera o emo que suele llevar la mitad del cabello en la mitad de la cara y con muchos aretes en la oreja, con los ojos delineados de negro y los labios también (sin ofender).

Aunque hay gente que se viste así sin serlo, de todos modos, no me considero una de ellas.

Me estaciono, con la mirada de los demás sobre mi con disimulo y murmurando entre ellos, no me interesa sinceramente, apenas volteo la mirada veo a mi amiga a lo lejos con una sonrisa reluciente caminando alegremente hacia a mi.

Me recibe con un abrazo que estoy acostumbrada a recibir por parte de ella, así que le devuelvo el abrazo de nuevo, mientras que a los demás los saludo con un choque de puños como ya es costumbre, y todos no adentramos en los salones.

...

Horas después salgo de clases, entusiasmada por llegar a casa y comerme la riquísima comida que deja mi madre antes de irse al trabajo; saliendo al patio que esta frente de donde esta parqueada únicamente mi motocicleta (típica escuela de ricachones donde solo usan carros) por eso ahora deben entender el porque de lo que me ven raro, y sinceramente prefiero tener mil veces una motocicleta, a un carro que tengo que hacerlo arreglar cada 2 segundos, y que para ser sincera, se gasta muchísimo dependiendo la marca del carro que tengas.

Pasando por el vecindario, los vecinos que me conocen me saludan alegremente, mientras que con los que nunca he hablado y cruzo miradas accidentalmente me toca saludar simplemente por educación, a excepción con los que ni siquiera me miran, por lo que como ellos hacen, los ignoro mientras voy a una velocidad reducida.

Una vez llego a casa, Horus me recibe sentándose en la entrada de la casa ofreciéndome la pata derecha para saludarme, se la tomo y la muevo de arriba hacia abajo aceptando su saludo e inmediatamente entrando a casa con el estomago gruñéndome mas que un oso cabreado.

Por cierto, si se preguntan quien es Horus aunque ya probablemente lo sepan, Horus es mi perro, es un Dogo Argentino que le regalaron a mamá un mes atrás y según ella lo adoptó para que me proteja, pero este bicho aun es tan pequeño que se perdería si lo dejas de ver por algunos minutos( experiencia propia).

Llego a mi habitación y dejo mis cosas para bajar y ordenar un poco la casa para que mamá no reniegue; terminando de hacer eso me sirvo la comida, no sin antes haberla calentado y me dedico a comer tranquila en la soledad de la casa, la cual me asentaba genial.

Le dí de comer a Horus y me encerré en mi cuarto (que literalmente no lo hice porque deje la puerta abierta, por si el pequeño bicho quería entrar y acostarse conmigo).

Así se repite mi dia continuamente...

|------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------|

-Ambar N.