IRREVERSIBLE+18 [ COMPLETO ] - En Edición

CAPÍTULO 39

——— creadas para separarnos del destino ———

Gyo...

Es una niña...

No puedo olvidar el hecho de que mi bebé será una niña. Cómo será? Se parecerá más a Shyla o a mi? O tendrá una mezcla de ambos?.

No se pero sea como salga la voy a amar tal y como amo a su madre. Las cosas hasta hora han salido mejores de lo que esperaba, voy todas las tardes a visitar a Shyla y a su madre, y ésta última me da a probar unos platillos que son como ver que alguna pieza cabe exactamente en el lugar designado, no tiene nada que ver pero fue la única mejor forma en que se me vino a la cabeza para expresar en como se sentía.

Tal y como se lo prometí a Shyla, he estado tan pendiente a ella y dándole toda mi atención para que vea que no se equivocó al darme la segunda oportunidad, le juré que está vez sería diferente y así lo haré. La lleve a pasear, la invite a comer, compramos más cosas para el bebé y le compré vestidos que ella había querido hace tiempo.

Ahora Shyla tiene ya 5 meses y los antojos de embarazo han ido alcanzando una magnitud asquerosa, o al menos para una persona normal.
La tarde de ayer me encontraba en una reunión con una distribuidora famosa, está distribuidora estaba conectada con varios países de Europa, y con esta reunión estamos negociando para llevar a cabo el proyecto que traerá miles de dólares, eran a penas las 3:14 pm y recibo una llamada en medio de la reunión. Tenía pensado colgar de inmediato, pero no sé cómo avancé a ver de refilón el nombre de " Pequeña mujer " en la pantalla de la llamada.

- me disculpa un momento - le dije a la señora que estaba frente a mi.

Asintió, y como si una bomba nuclear hubiese estallado a mi lado, salí corriendo de la sala.

- Shyla? Que paso, necesitas algo? - dije a lo que el tono de llamada dejo de sonar.

- hola Gyo, estás ocupado? - dice ella a través de la línea

- para ti nunca estoy ocupado - mentí, joder estaba en medio de una reunión importante, pero no podía decirle que no a mi mujer - que necesitas corazón?

- es que hoy en la mañana mi madre ya se regresó a Ecuador y a mí me dieron un pequeño antojito, pero no he ido a comprar comida aún y está lloviendo a chorrones por acá - dice ella - crees que podrías venir trayendo sardinas y mermeladas, por favor? - dijo en un hilo de voz, pero no de llanto o algo, si no con un toque de vergüenza.

Sardinas y mermelada?

- eso quieres? Sardinas y mermeladas? - volví a preguntar.

- si, pero si no quieres traerlos esta bien, igual yo ya mismo que paré la lluvia iré a comprar con un paraguas a la tienda que está a una cuadra - dijo de nuevo, intentando no sonar pesada.

- no, no te preocupes, iré ahora mismo, espérame corazón - dije y ella se despidió.

Y ahora que cojones hago?

Tengo un negocio bomba dentro de esa sala de los cojones y mi mujer tiene antojo de sardina con mermelada, será que mando a alguien para que le lleve eso a ella o dejo a alguien encargado de la reunión, pero la pregunta del millón es... A quien?
Primero, dejar la reunión a una persona que no sabe nada sobre el tema, seguro le molestará a la distribuidora y no querrá cerrar el trato conmigo y mandar a alguien para que le lleve las cosas a Shyla sería una señal de que yo en realidad estaba ocupado, y ella se enojara conmigo por mentirle.

Y ahora me toca elegir, o no concretar el negocio de las distribuidoras o que Shyla me pegue la repelada del año por mi estupidez.
Me armé de valor y entre a la sala, la mujer de 45 años llamada Samantha me miraba expectante, mientras jugaba con unas tiras entre sus dedos.