CAPITULO 41

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—————— Esto no fue planeado ——————

Shyla...

Estábamos a una semana por regresar de nuevo a Montreal.

Así es... No estábamos en Canadá, actualmente nos encontrábamos en Ecuador.

Gyo estaba muy emocionado por conocer mis costumbres, y fue mejor cuando llegó a Ecuador.
Veía todo con una intriga y determinación, inspeccionando todo con una vista atenta a todo su alrededor. Miraba a la gente que pasaba alrededor, y se veían pocas chicas con patines andando por la zona. Era obvio, ya que cerca de aquí daban cursos sobre ese deporte, por eso era muy común ver a las jóvenes patinando.

- quiero probar eso - dijo Gyo, mientras veía a las chicas patinar profesionalmente.

- después vendremos a que patines un rato, no es la gran cosa, pero te gustará.

- que es eso de ahí? - pregunto señalando una de las carretillas que estaban en la vereda.

- eso es un vendedor ambulante.

- eso lo sé, no soy ciego, en Montreal también los hay - dijo mirándome con obviedad - lo que pregunto es... Que es lo que vende?

- eso es mango - dije - esa es un fruta que se puede comer con sal y limón, sabe exquisito, quieres?

- Sisi, quiero probarlo - dijo mientras caminabamos a donde el señor.

- dígame damita, que le ofrecemos, mango maduro, verde, unas galletitas, roscón? Que desea?

- que dijo?

- pídele un mango anda - dije en broma - dile: me vende un mango

- eso lo leí en Duolingo, un momento - dijo pensativo - me de uno mango - le dice al señor.

- enseguida caballero, tenga, échele lo que usted desee - dijo el señor con carisma.

- que es esto?

- esto es limón, sal, y sal con pimienta - dije señalando la botella de Coca cola llena del líquido verde, a su lado un tarro de sal, al igual que la pimienta.

- okey, enronces quierro... Limones, sal, como se dice esto en español? - señalo la pimienta.

- pi-mien-ta, asi - dije vocalizando.

- pir-nien-ta... Perfeto - el estaba orgulloso de su mal español.

- gracias.

- racias.

Después de eso llamé un taxi y fuimos a casa de mi madre.

Ella ya sabía que nosotros iríamos, se lo avisé ayer por al noche y me dijo que arreglaría la casa para nuestra llegada, y que según ya había amoblado mi habitación para ambos, le agradecí y corte la llamada.

Cuando llegamos a casa, los vecinos del vecindario me miraron sorprendidos y me saludaron alegres, la anciana que siempre me había cuidado desde pequeña, me saludo y acaricio mi pancita. No es que me había cuidado toda mi niñez exactamente, pero me había cuidado los días que mamá tenía que trabajar por fuera y no podía cuidarme.
Era una anciana de unos 20 años más que mi madre, tenía unos 60 años actualmente y ya se estaba poniendo pequeñita por la edad; solía ser una mujer muy amable y respetada. Vivió sola en su vejes desde los 45 años, que fue cuando sus hijos se fueron con sus esposas y la visitaban solo en las fechas festivas.

Nos alejamos de la señora y seguimos a casa, mi madre nos recibió con los brazos abiertos y ya nos tenía hecho un buen estofado de pollo para el almuerzo.  Después nos quedamos ordenando todo en casa, y nos fuimos a dormir.

IRREVERSIBLE+18 [ COMPLETO ] - En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora