IRREVERSIBLE+18 [ COMPLETO ] - En Edición

CAPITULO 6

————————¿Qué pasó ayer?—————————

Resaca, dolor de cabeza?
Fiesta, Planta alta, Hotel?

Me remuevo en el lugar en donde estoy y los recuerdos inmediatamente llegan a mi mente.

Hombre guapo, cabello negro, miradas, baile sensual, su voz.

Mierda!

Toco mi cuerpo, comprobando que, efectivamente estoy ¡DESNUDA!
Me levanto de un salto haciendo que mi cuerpo se envuelva en las sábanas y termine cayendo al piso.

El panorama me recibe terrible, y peor cuando enfoco mi vista a mi alrededor.

Candelabro grande, paredes color melón, cama matrimonial con... UN HOMBRE COMPLETAMENTE DESNUDO.
Es mi peor inicio de día, y aún me quedan dos días para empezar a trabajar de nuevo, así que no me refiero a que tengo que trabajar.

Entienden?

Me desenvuelvo de las sábanas y me cubro con ellas la parte delantera de mi cuerpo, pegandolas a mis pechos desnudos.

Rápidamente busco alrededor mi ropa interior y las encuentro al lado de una lámpara gigante que está frente a la cama, por lo que me encaminó de nuevo hacia ahí, y me levanto rápido para tener algo cubriendo mi cuerpo.

Escucho un silbido coqueto atrás mío, y volteo como si el mismo diablo me hubiese llamado.
Encuentro al hombre que estaba durmiendo hace un rato, afianzando sus codos a la cama, logrando que su torso se levante ligeramente.

Santa madre de los hombres guapos.

El hombre me mira con la cabeza ladeada y con una cara totalmente serie pero caliente, y ahí es cuando me doy cuenta que mi trasero sigue a la vista de el, solo con unos mini tangas color grises.

-buena vista - me dice, e inmediatamente mis mejillas se encienden en rojo intenso.

Trato de buscar con la mirada mi vestido y el se da cuenta, y mira en una dirección y ahí está mi vestido.

Camino hacia el y lo levanto, dándome cuenta que las tiras están rotas. Lo miro perforandolo con la mirada y me da una risa energética.

-no es mi culpa que lleves un vestido tan frágil - dice mientras me mira divertido.

-podrías haber esperado a que yo me lo quité, imbécil - digo con tono molesto, y lo último lo susurro

- que dijiste? - pregunta

-que podrías haber...

-nonono despues- interrumpe y hace una seña con el dedo.

-no se?

- si sabes

- no

- dilo

- imbécil - digo perdiendo la poca paciencia con la que me levanté.

Instantáneamente, como si me cabeza me lo reprochara, empieza a latir con fuerza.
Me agarro la cabeza, haciendo que la toalla que me envolvía, cayera al piso.
Veo como se levanta de la cama y camina hacia la mesita de noche que está a mi costado, abre un cajón y saca unas pastillas que habían ahí, y se va.

Me levanto para sentarme en la cama y tiempo después llega con una botella de agua en la mano y las pastillas de hace rato, y me las extiende.
Las tomo y Bebo el agua como si fuera la última botella en el mundo.

Son apenas las nueve de la mañana y yo sigo recostada en la cama con el dolor de cabeza que ha bajado un poco.

- dañaste mi vestido, con que me vestiré ahora? - pregunto mirando de reojo al hombre que está recostado al lado mío.