Vamos a tirarnos al abismo.
Mientras caemos, de la mano,
miro tus ojos, muerdo tus labios.
Te siento en caída libre.
Susurro mi posición favorita.
Desaparecen mis dedos entre el estrecho de tus muslos.
Tu humedad me inunda.
Los gemidos de tu alma, se confunden con el sonido del aire que nos circunda.
Caemos, me miras raro, como una desconocida.
Percibo que está cerca el fondo, pero seguimos cayendo y vas transformándose.
Llega el fondo, está justo a segundos nuestro: en tres, dos...
Pero te salen alas, te salvas, me dejas de caer y regresas a la superficie.
Me sueltas y caigo contra el piso.
Rompo mis tobillos.
Cierro los ojos del dolor, pero recuerdo que si no hay pies, aún me quedan brazos para moverme y yo soy muy buena volviendo las cosas de cabeza.
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Mujeres a mis espaldas
RandomEscritos inspirados por mujeres que han pasado por mi vida. No todas han sido mis amantes. Algunas son solo amigas, de esas que sientes como tú misma. Sin embargo, cada una tiene un espacio es este cuaderno de letras con aires femeninos.