CAPITULO 3 - ''LUNA LLENA''

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Pasaron dos días, Sakura realizaba mandados de arriba para abajo que ni tuvo tiempo para pensar en los exámenes que se avecinaban, cuando llegaba de noche solo se lanzaba a su cama y olvidaba todo. Ni siquiera aparecieron las hermanas Ame y Umi, Reito no volvió a conversar con ella y tanto Naruto como Sasuke estaban entrenando por su cuenta; aunque para ser sinceros, la chica se sentía bastante insegura respecto a ese tema. ¿Qué podría aportar ella?, una chica débil y sin ningún poder hereditario para combatir, incluso Ino poseía alguna habilidad por su kekkei genkai, pero ella nada; lo único que manejaba era el control del chakra y su inteligencia, ¿que esperaba lograr con eso? Hasta Naruto logró combatir contra Haku mientras ella solo se limitó a observarlo todo. 

Esa noche todos esos pensamientos la golpearon, su madre le notificó que estaría libre al día siguiente para que lo ocupara entrenando y ahí se encontraba, mirando al techo.

- ¿A que le temes en verdad? – preguntó improvisamente su collar - ¿Qué te impide aceptar este reto?

- Pensé que habías desaparecido – respondió desganada – desde el puente no haz vuelto a hablarme.

- No creí que me extrañarías – dijo con un toque de burla – aun así, no respondiste mi pregunta.

- Lo sabes perfectamente – volteándose en su cama – dijiste que ves mi interior, tanto sentimientos como lo que pienso.

- Es verdad – silenciándose un segundo – pero esperaba que tú me lo contaras.

Sakura dio un profundo suspiro, siempre mostraba una actitud ruda y altanera ante los demás para ocultar sus debilidades, no quería que lo vivido de niña se volviera a repetir.

- Los exámenes son una forma de ascender de rango – comenzó a relatar – es decir miden las habilidades y el intelecto de todos los ninjas y yo – trago grueso – yo solo sería un obstáculo para mis compañeros, por más que digan que soy fuerte sé que no lo soy – cogió una almohada y se cubrió el rostro.

- Es normal tener esa clase de miedo – hablo cálidamente como una madre – reconocerlos requiere de mucho valor, no te avergüences por ello – dio un pequeño resplandor – hasta la estrella más brillante tuvo un inicio en total oscuridad, sin embargo, el secreto está en no rendirse jamás.

- Tu luz es muy acogedora – sentándose en la cama – gracias – dijo con sonrisa.

- Lo que necesitas es un entrenamiento especial y yo te enseñare como potenciar tus virtudes.

- ¿Dices que tú serás mi maestra? – respondió dubitativa.

- tienes mucho potencial – afirmo alegre - además mi poder fluye en ti, si no te dejas dominar por sentimientos negativos sabrás manejarlo perfectamente.

- Quiero proteger a las personas importantes para mi – dijo con convicción – no quiero volver a sentir esa impotencia, cuando vi a Sasuke-kun ahí inmóvil – paro de pronto mientras su vista se humedecía – no quiero ni pensar que pude perderlo... no quiero perderlo – resbalando una lagrima por su mejilla – ni a él ni a Naruto.

- El mayor poder se origina de nuestros vínculos, de las ansias por proteger algo amado y puedo ver que el amor que nutres por ese chico es en verdad uno muy profundo, tal como lo imaginé – callo al percatarse de lo que dijo.

- ¿Cómo dijiste?

Antes que pudiera ser contestada, sus ventanas se abrieron de golpe - Mi señora, Umi está en problemas – entro gritando telepáticamente la gatita blanca llena de heridas– está gravemente herida, necesitamos su ayuda urgente- agitadamente mirando a la chica en frente – por favor – suplicó

EL MAYOR ACTO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora