EL MAYOR ACTO DE AMOR

CAPITULO 46 - ''LA CRUDA VERDAD''

La oscuridad se fue disipando en cuanto entreabrió los parpados, con cada paso que daba sentía que el suelo se movía de un lado a otro; sin embargo, no desistía en su búsqueda y, sorpresivamente, aquella densa neblina fue esfumándose lentamente. Los últimos pasos que hizo emitieron un goteante sonido y, al bajar la mirada, se extraño de ver su reflejo. Toda el área era un espejo del cielo sobre ellos y daba la sensación de poder alcanzarlo con tan solo agacharse y tocar la superficie con un dedo; lo más desconcertante era que podía caminar sobre ella sin necesidad de chakra y dejando rastros de bioluminiscencia. De la nada, una ballena salto de las aguas a unos metros delante de él... era una criatura brillante traslucida de chakra que le recordaba mucho al colgante de Sakura.

Aquel nombre fue como un flash en su cerebro, recordándole lo que estaba haciendo y, en cuando la enorme criatura volvió a sumergirse, vió algo que lo desubicó completamente: guardianes y dioses rodear un gigante árbol de cerezo que emitía pulsaciones a lo largo de ese peculiar mar, los pétalos se desprendían con el viento y danzaban en el aire hasta llegar a los puntos más lejanos. Como un imán, se aproximó con una creciente aura pesada en su corazón.

- Aún puedo percibir un ligero rastro de su ser – dijo asombrado el tigre – esto es algo que desafía las leyes del universo.

Selene sonrió – el amor es un sentimiento que no deja de sorprendernos – viendo de reojo una sombra – tiene el poder de purifica a los corazones corrompidos por la oscuridad.

Dabka se acercó al árbol y se inclinó ante él, mostrándole su respeto – el mundo ignorará tu existencia mas nosotros jamás olvidaremos tu nombre ni de lo que hiciste... es una promesa - copiando el ejemplo de su líder, los demás también se reverenciaron, rindiendo homenaje a esa valiente y heroica figura.

- ¿Dónde está Sakura? – una voz profunda y rota se oyó.

Las orejas del felino se movieron hacia atrás y las llamas comenzaron a prenderse como una hilera desde su cola hasta la cabeza, los guardianes se hicieron a un lado ante la seria mirada dada por el dios de la vida.

- No entiendo como alguien con ese carácter haya podido utilizar mi fuego especial – volteando hacia él – quizás fue pura casualidad.

- ¿Qué esta sucediendo Sasuke? – su hermano mayor arribó después de los últimos acontecimientos, le inquietó no percibir el chakra de la peli rosa y aun más ver a su hermano en ese estado de completa desesperación.

El impetuoso Susano'o se elevó sobre el menor de los hermanos Uchiha, su Mangekyou Sharingan Eterno resplandecía lleno de ira al grado de afligir al mayor que lo observaba.

– Se llevaron a Sakura - fue lo único que dijo.

- ¿Qué?

- Desvaneció frente a mi y ellos son los responsables – la colosal barrera pisó el terreno, sacudiéndolo.

- Tienes agallas para tratar de intimidarme – respondió con soberbia el felino – no obstante, le di mi palabra a Sakura de no hacerte añicos... no me tientes a romperla – gruñendo.

- NO TE ATREVAS A MENCIONAR SU NOMBRE – dictó con furia e incrementando más su chakra – no eres digno.

- Sasuke Uchiha – llamó Selene con un tono apacible – al fin tengo el gusto de conocerte.

- No se que rayos pasó... pero haz que aparezca – ordenó sin algún ápice de respeto hacia el dragón – ¿Son sordos o que?

La mirada de Dabka se afiló mas la reptil detuvo cualquier acción colocándose delante – créeme que sería la primera en querer hacerlo... esa chica hizo tanto por mi... por nosotros – viendo al árbol – merecía tener un futuro.