CAPITULO 35 - UNA PRUEBA MORTAL

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La tos salió por sí sola en busca de expulsar aquel polvo que había inhalado, así fue la reacción de su cuerpo para reanimarla luego de un tiempo inconsciente. Reunió las fuerzas en sus brazos y los uso como soporte para alzar su tórax, su tacto delineó el suelo y se percato que no era liso y mucho menos fangoso, características que debería tener la tierra. Se recostó de lado sobre su pierna derecha y pasó una mano por su brazo, ninguna quemadura por lo que sentía ya que la oscuridad imposibilitaba su visión; lo ultimo que recordaba era haber sido engullida por esas llamas enormes que surgieron del suelo, intentó ubicar el chakra de Sasuke e Itachi mas no sentía nada, ni siquiera percibía su propio chakra. Antes de siquiera pensar en algo, una mano en su hombro la asusto y realizo una patada giratoria en el suelo, derribando a su oponente para enseguida colocarse encima de él con un kunai y presionar, según ella, el cuello.

- Un movimiento en falso y te aniquilo – dicto con fiereza.

- Tus reflejos han mejorado considerablemente desde la ultima vez.

Extrañada, rebusco en su bolso de herramientas hasta sacar una linterna, al momento de encenderla reconoció esa melena rebelde – ¡SASUKE-KUN!

- ¿Esperabas alguien más? 

- ¿Q-que? N-no, no es eso sino que no puedo percibir nada aquí, ni siquiera ahora.

- Este lugar debe ser la razón de ello – el mayor llegó junto con Umi alumbrando el sitio con una antorcha – ¿interrumpimos algo?

Solo con la luz es que Sakura se dio cuenta de la posición en que estaban, efectivamente estaba a horcajadas sobre el Uchiha y en una zona muy comprometedora para ambos, provocando un intenso sonrojo en las mejillas de los dos – Shannaro – en un parpadeo ya estaban de pie y evitándose la mirada, el silencio caló incomodo.

- Si quieren regreso en unos minutos y les ...

- NOO – interrumpieron al unisonó con la voz alta provocando que una gota de nervios bajara por la cara del primogénito.

- Bien, esta bien, no hare nada – carraspeando y regresando a su semblante serio – podemos estar tranquilos por el momento, esas cosas parece que no nos alcanzaran aquí – mirando el sello gravado en las rocas sobre ellos. Divisó como unas líneas se extendían desde el centro a una sola dirección, Ame estaba en la entrada de ese camino oscuro apuntando a lo que parecía una roca sobresalida, Itachi se acercó con la antorcha y apuntó el fuego a una cesta oculta por las mismas rocas, la cual se encendió originando que las otras escondidas se prendieran en cadena.

- ¿Creen que encontremos algo allá? – viendo como las líneas seguían por ese pasillo.

- Es lo que vamos a descubrir – termino por decir Sasuke.

Caminaron por un largo tiempo a través de ese túnel y el calor empezaba a intensificarse, incluso les parecía que en vez de ir recto estaban bajando y no era nada alentador. De pronto las linternas ya no eran una hilera, como lo estuvo hasta ahora, sino que se había dividido en dos y la roca pasaba a ser una pared bien tallada, avanzaron un poco más y vislumbraron unas columnas iluminadas por algo. 

Al salir, una briza de calor los golpeó y sus pupilas se dilataron a más no poder por lo que veían, en especial los hermanos: había un gran pedestal con fuego ardiendo incesantemente en todo el centro, unos muros bañados por lava pura a los costados de uno mas grande que ellos en donde había un trono medio destruido, de fondo varios arcos tallados en las mismas rocas y sostenidos por las columnas cuarteadas. Del muro donde estaba el trono caía un tapiz rasgado a la mitad que permitía aun distinguir los colores que llevaba bordado: el rojo carmesí y el blanco puro, dos tonalidades muy reconocidas en el mundo shinobi, pues solo existía un clan que portaba orgullosamente esos colores juntos.

EL MAYOR ACTO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora