Siempre confesó amarlo desde niña, pero nunca entendió porque en cada luna llena ese lindo sentimiento se tornaba triste y nostálgico; con la primera misión y el miedo paralizante de perderlo, supo que debía cambiar y buscar su propia fuerza para pr...
El cuarto día en el bosque de la muerte empezaba, los numerosos grupos que hubo en un inició quedaron reducidos a la mitad. Las peleas por los pergaminos se tornaron agresivas y mortales, todo por llegar a la torre con ellos. Tras la batalla con los del sonido, el equipo siete se hallaba contra reloj para adueñarse del rollo faltante; Sakura despertó desorientada bajo la atenta mirada de sus compañeros y Naruto se abalanzó en abrazarla feliz. La chica aceptó derrotada el abrazo, observando a su otro compañero quien, a pesar de su frialdad, pudo transmitir una mirada suave y aliviada y esta le devolvió el gesto con una sonrisa tierna y sonrojada. Ya todos despiertos se dividieron las tareas para alimentarse, los chicos con la pesca y la peli rosa recolectando leña.
- Me acostumbré tanto en hablar contigo estos días, que ahora extraño oírte en mi mente – sacándose el collar de la túnica para ver el cristal – espero puedas volver pronto – dando una media sonrisa.
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- Sea lo que sea que haya ahí adentro, es mejor que no regrese– interrumpió una voz masculina.
- ¿Sa-sasuke? – dejando caer las ramas sorprendida – me asustaste, ¿Qué no estabas con Naruto pescando? – recogiendo.
- Lo estoy, ¿no me percibes? – acercándose para agacharse.
- Clon de sombra – razonó - creo que aun no me recupero del todo – dijo con tono apagado – es el precio por no ser lo suficientemente fuerte... lamento ser una carga.
- No te considero una - ayudándola en juntar lo caído - demostraste valentía y es normal terminar agotada – mostrándole una leve sonrisa y entregándole las ramas que tenía - Debemos hablar – levantándose y adquiriendo su semblante serio.
- ¿Eh? - mirándolo estupefacta.
- Sabes a qué me refiero – encarándola y bajando la vista al collar.
- Yo-yo – apretando los palos hacia sí, quería evitar a toda costa hablar de eso – n-no sé de qué hablas – rompiendo el contacto visual.
- Sakura – nombró ceñudo.
- Podría preguntarte lo mismo – volviendo su vista a él – lo que te pasó a ti, creí haberlo detenido – entristeciendo sus ojos.
- Y por eso estas inestable – se oyó una voz.
De entre el follaje salió un venado blanco con grandes astas y aproximándose lo suficiente al par de jóvenes.
- ¿Umi? – dijo sorprendida, turnando su vista a ella y el chico.
- Descuida, ya nos conocemos – afilando su visión – no dirá nada, tranquila – acercándose a la niña peli rosa, quien la abrazó – me alegro ver que estas bien – sonriendo - necesito que bebas esto - hablo con tono apresurado.
Restregó la tierra con su pezuña, donde brotó una planta con un lirio blanco. Sakura asintió y estuvo a punto de tomar la flor cuando Sasuke le agarró su antebrazo, impidiéndoselo,
