Corazón y alma

Capítulo 63

El desenmascaramiento de Benedict Yaxley como mortífago y su posterior captura destacaron la necesidad de impulsar rápidamente los esfuerzos para identificar a todos los mortífagos escondidos en el seno del Ministerio. Con este fin, el Ministro había decidido que el esfuerzo debería tener la primera prioridad, y una vez que las cosas se resolvieron de los eventos que rodearon el ataque a Hogsmeade, el Director Shacklebolt pudo concentrarse una vez más en el asunto. La captura de Yaxley fue un gran golpe para el Ministerio, ya que se sospechaba que el Señor Oscuro se basó en gran medida en la información que el hombre pudo proporcionar, así como en la confusión y desinformación que sin duda había sembrado. Era posible que el Señor Oscuro dejara de marcar a sus espías e intentara infiltrar nuevos espías en el Ministerio, pero hasta el momento no había mostrado voluntad de hacerlo.

Como el Ministro había solicitado la presencia de Albus en la reunión que investigaría a los Jefes de Departamento, se dirigió al edificio del Ministerio esa mañana, pensando que casi había pasado más tiempo en el Ministerio desde el ataque que en Hogwarts. Era algo que le preocupaba, aunque sabía que la profesora McGonagall era capaz de hacer el trabajo en su ausencia. Estaba la siempre presente amenaza de ataque, que no podía evitar suponer que era genial cuando él no estaba presente, pero también el hecho de que nada podía reemplazar la presencia guía del director de una escuela.

Albus era muy consciente de que algunos lo castigarían, señalando que había pasado una buena parte de su tiempo como director ocupando otros puestos igualmente exigentes y, como tal, nunca había tenido tiempo de dedicarse realmente a la escuela. Y estarían en lo cierto, aunque Albus notaría que había asumido estos puestos debido a la sensación de que el mundo mágico requería su ayuda para prepararse para el regreso final de Voldemort. Independientemente de lo que otros dijeran, Albus esperaba con ansias el día en que pudiera renunciar a sus otros puestos y concentrarse en la escuela, o tal vez incluso retirarse por completo y dedicarse a algunos de sus otros intereses.

Encontró a la Ministra en su oficina y entró, notando como los daños en la estructura habían sido reparados casi por completo. Se imaginó que el orbe había sido reconfigurado para la oficina para brindar protección nuevamente en caso de que fuera necesario; había demostrado su utilidad para proteger al Ministro una vez, y Albus no dudaba de que todos los pensamientos de desecharlo habían sido abandonados.

"Albus. Gracias por venir," dijo Amelia a modo de saludo.

"Por supuesto, Amelia," respondió Albus. "¿Supongo que todo está listo para la tarea del día?"

Haciendo una mueca, el Ministro asintió con fuerza. "Yaxley fue una sorpresa. Ahora nos estamos asegurando de que todos hagan un juramento de que no están afiliados a Voldemort y que no lo apoyarán en el futuro. Incluso si tienen algunas simpatías, están siendo eliminados. No podemos darnos el lujo de tener a nadie. en el Ministerio potencialmente recurran a Voldemort y le ofrezcan información".

"De acuerdo," respondió Albus, pensando en cuánto más adelante estarían si los ministros anteriores simplemente hubieran tomado esa postura.

Poco tiempo después, los Jefes de Departamento se habían reunido en las salas de conferencias más grandes del Ministerio, aparentemente para una reunión de personal con el Ministro, aunque no a la hora habitual. Aún así, no parecía haber curiosidad visible sobre por qué el Ministro había convocado la reunión improvisada. Los directores estaban todos tranquilos y serenos, y se sentaron en sus respectivos lugares en unos momentos, aunque eso no significaba que no se hicieran preguntas.

"Arthur", habló Jonus Berrens, el Director del Departamento de Educación Mágica, "¿sabes de qué se trata esta reunión?"

Arthur simplemente se encogió de hombros y dijo: "Hay algunas cosas que el Ministro quiere discutir y aclarar, especialmente desde el ataque".